Guatemala

Los seis proyectos que buscan rescatar el Lago de Atitlán

Organizaciones y vecinos buscan rescatar el Lago más bello del mundo con varias propuestas a pesar que la tarea no es fácil.

En la toma aérea se evidencian los desechos sólidos y químicos, la deforestación y las aguas residuales contaminan el cuerpo de agua. Fotografía Prensa Libre: Carlos Hernández Ovalle.

En la toma aérea se evidencian los desechos sólidos y químicos, la deforestación y las aguas residuales contaminan el cuerpo de agua. Fotografía Prensa Libre: Carlos Hernández Ovalle.

Cada segundo ingresan 400 litros de aguas residuales al Lago de Atitlán, en Sololá, según estudios de entidades públicas y privadas. Esa es la principal causa de contaminación de ese manto acuífero, que va en aumento.
Además, los desechos sólidos, aceite quemado, químicos utilizados en actividades agrícolas, materiales bioinfecciosos desechados durante la pandemia, así como la deforestación, entre otros factores, han agravado la contaminación del agua.

Señales de alerta
Desde 2009, el Lago ha dado señales de alerta ambiental y el crecimiento de distintos tipos de cianobacteria representa un peligro para la salud de las personas. Parte de la población de los 15 municipios de la cuenca del Lago utiliza el agua de ese caudal para consumo familiar y muchas personas han contraído enfermedades gastrointestinales que afectan también a niños menores de 5 años. Sololá es uno de los cinco departamentos con más casos de desnutrición crónica.
La aparición de cianobacterias comenzó a teñir de verde el Lago, lo que, junto a la eliminación de tul y la deforestación, contribuyó a la extinción del pato poc, una especie propia del lugar.

Acciones municipales
Las comunas locales proveen de agua a las comunidades, pero los desechos de estas pasa por los drenajes y desembocan en los alrededores del manto acuífero, lo cual agrava el problema porque no existen suficientes plantas de saneamiento modernas. Esta situación se pudo constatar en una tubería que vierte directamente agua sucia al Lago. El primer día del año expulsaba sustancias químicas contaminantes de color rosado, lo cual alarmó a la población.

Los drenajes de aguas residuales y desechos sólidos desembocan directamente en el Lago de Atitlán. En esas aguas, se encuentra fósforo y nitrógeno, elementos que nutren a la cianobacteria y causa contaminación. Fotografía Prensa Libre: Carlos Hernández.

Durante enero se reunieron las autoridades municipales con la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca del Lago de Atitlán y su Entorno (Amsclae), entre otras entidades, para entregar el estudio final para la construcción de la planta de tratamiento de aguas servidas, que costó Q1 millón 61 mil, de los Q13 millones que se requieren para la obra. Se contactó a César Piedrasanta, alcalde de Panajachel, para conocer detalles del proyecto, pero no atendió las llamadas.
Bartolomé Ajchomajay, alcalde de Santiago Atitlán, comentó que trabajan para colocar piletas con purificadores de agua, para evitar la práctica, minoritaria, de lavandería artesanal a orillas del Lago.
En Chucumuc hay una planta de tratamiento para mil familias, la cual se obtuvo con apoyo extranjero. Las demás comunidades cuentan con pozos ciegos. Se informó que para este año está programada la construcción de otra planta de tratamiento y una de desechos sólidos.

Disminución en el 2020
Integrantes del Centro de Estudios Atitlán (CEA), de la Universidad del Valle de Guatemala, evalúan constantemente el agua del Lago e indican que durante el 2020 se observó una reducción de niveles de PH, materia orgánica disuelta y temperatura, que podría reflejar una posible disminución de la contaminación en el lugar.
Una parte de la población comienza a tomar conciencia de que, si no se frena la contaminación, el futuro del Lago de Atitlán no es muy prometedor. De esa cuenta, vecinos y asociaciones sin fines de lucro unen esfuerzos para conservar uno de los atractivos turísticos sobresalientes en América Latina, considerado como el más bello del mundo. En el sitio web de National Geographic Traveler Latinoamérica, se le describe como “el endiosado y adorado que atrae a poetas, pensadores y turistas”.
El Lago de Atitlán es de origen volcánico y su paisaje incluye a los colosos San Pedro, Atitlán y Tolimán, rodeado de pequeñas islas y pueblos que reciben los nombres de los apóstoles.
La preservación del Lago es de interés nacional. Por ello residentes, ambientalistas y organizaciones exigen al Congreso, al Ejecutivo y a las autoridades locales que emprendan acciones claras y proyectos para el manejo sostenible de la cuenca.

Acciones positivas
Entre las organizaciones que combaten la contaminación se encuentra la Asociación Amigos del Lago de Atitlán, que se propone educar, investigar y conservar el Lago junto a vecinos, autoridades locales y nacionales, científicos, universidades y otras entidades, para mejorar la calidad de vida de los habitantes, a través de seis proyectos de saneamiento, educación ambiental y gestión de residuos sólidos, por medio de alianzas con actores locales, nacionales e internacionales.
Arla Earth es una organización con presencia en 10 países, y en Guatemala implementa programas para el cuidado del medioambiente. Una de sus sedes se encuentra en Santiago Atitlán y entre los proyectos que dirige están educación y concienciación en centros educativos y comunidades sobre la importancia de la naturaleza; implementación de huertos orgánicos para generar ingresos; cultura de reciclaje, con el fin de reducir la huella de carbono; y jornadas de limpieza en playas, ríos, parques y calles.

Atitlán Recicla
Proyecto liderado por mujeres que recolectan materiales para reciclar y evitar que aumente la contaminación en la cuenca del Lago de Atitlán, así como para fortalecer las capacidades de manejo adecuado de residuos y desechos sólidos, además de obtener ingresos para cubrir sus necesidades y las de sus familias. Han evitado que 470 toneladas de basura lleguen al Lago.

Fotografía Prensa Libre: Carlos Hernández Ovalle

Jornadas de limpieza
Una vez a la semana, voluntarios y vecinos de los alrededores de la cuenca retiran las algas en descomposición y dejan las nuevas o sanas, que ayudan a mitigar los desechos. También clasifican algas para que el Lago de Atitlán no se contamine por completo.

Fotografía Prensa Libre: Juan Diego González

Saneamiento de agua
Alrededor del Lago de Atitlán hay más de 10 plantas de tratamiento de agua, pero no son suficientes para contener la contaminación. Varias organizaciones recomiendan restaurarlas en el corto plazo para que sean eficientes y reducir descargas dañinas, así como instalar más plantas de tratamiento.

Fotografía Prensa Libre: Carlos Hernández Ovalle

Huertos autosostenibles
Alrededor de 50 padres de familia de Cantón Panaj siembran durante todo el año con tres fines específicos: 1) consumo, 2) comercio y generar ganancias para financiar la educación de sus hijos, y 3) invertir para continuar con las siembras.

Fotografía Prensa Libre: Juan Diego González

Al rescate del tul
Esta es una planta autóctona que se cultiva de forma controlada con el fin de disminuir la contaminación del Lago de Atiltán, que sirva de filtro y barrera para la basura y oxigenar el manto acuífero absorbiendo el fósforo de los fertilizantes. Es hábitat de varias especies acuáticas y evita el desgaste en las playas.

Fotografía Prensa Libre: Carlos Hernández OValle

Más árboles, más vida
Reforestación en distintos puntos de la cuenca del Lago de Atitlán con árboles de encino, aliso, pino y ciprés, entre otras especies. También convierten los residuos del grano de café en abono. El año pasado se plantaron 125 mil árboles en cinco municipios.

Fotografía Prensa Libre: Juan Diego González

Ambientalistas recomiendan continuar con estas acciones positivas para recuperar la vida del Lago, en el cual habitan muchas especies de flora y fauna. Además, señalan que organizaciones y autoridades deben trabajar en conjunto para gestionar proyectos de alcantarillado moderno, distribución de agua y asesoramiento para mejorar los servicios de la población de Sololá, para, de esta forma, encontrar el equilibrio para habitar en un espacio libre de contaminación.

Cada vez se suman más actores a la conservación del Lago de Atitlán, lo que refleja que aún queda esperanza para promover la cultura ambiental, el manejo de suelos y desechos sólidos, e involucrar a menores y adultos en proyectos para la conservación del lugar, ya que “se vive en una casa común y será lo que reciben las futuras generaciones”, comentan los especialistas consultados.