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Han muerto 721 niños en Guatemala este año por diarrea y neumonía

Los niños menores de 5 años son los más afectados por enfermedades que son absolutamente prevenibles, esto debido a la pobreza y el difícil acceso a la salud.

Una mujer mide a un niño en el hospital de Huehuetenango. (Foto Prensa Libre: Mike Castillo)

Una mujer mide a un niño en el hospital de Huehuetenango. (Foto Prensa Libre: Mike Castillo)

A esos factores se suman, una deficiente alimentación y falta de educación lo cual aumenta el riesgo de mortalidad infantil en Guatemala, pues se calcula que 28 de cada mil niños menores de 5 años mueren por males que pueden evitarse. 

Según el Sistema de Información Gerencial de Salud (Sigsa), del 1 de enero al 8 de abril de este año se registraron 721 muertes de menores en el país. Las principales causas fueron diarrea, gastroenteritis, neumonía y bronconeumonías.

María Recinos, quien hace seis meses perdió al tercero de sus cuatro hijos por neumonía, expresó: “Mi pequeño estaba durmiendo cuando noté que tenía fiebre y tos. Creí que se trataba de una gripe, pero conforme pasaban las horas vi que empeoraba. Lamentablemente, por falta de recursos, lo llevé al segundo día al hospital, pero fue demasiado tarde”.

“Mi pequeño estaba durmiendo cuando noté que tenía fiebre y tos. Creí que se trataba de una gripe, pero conforme pasaban las horas vi que empeoraba. Lamentablemente, por falta de recursos, lo llevé al segundo día al hospital, pero fue demasiado tarde”.


Recinos, quien es originaria de San Juan Comalapa, Chimaltenango, comentó que, debido a la pobreza, la mayoría de familias de las comunidades del área rural no tienen acceso a servicios básicos, menos a la educación.

“Con lo que gano en una tortillería no me alcanza para mantener bien a mis hijos, que necesitan buena alimentación, ir a la escuela y tener control médico adecuado para prevenir  enfermedades”, refirió.

Albertina Cabrera, lideresa comunitaria, indicó que la principal causa de la mortalidad de la niñez en el país es la mala alimentación, pues hay familias pobres que solo comen  frijoles, hierbas y tortillas.

Contaminación

El agua contaminada que consumen pobladores de los 33 municipios de Huehuetenango ha causado brotes de diarrea y cobrado la vida de unos 211 menores, en el primer trimestre del año, mientras que en el mismo periodo del 2016 se reportaron 128.

El Departamento de Epidemiología del Área de Salud atendió en  los primeros tres meses del año  más de 10 mil 687 casos de diarrea en menores de 5 años, provenientes de San Sebastián, Huehuetenango, donde la epidemia lleva 13 semanas. También ha recibido ocho de La Libertad  y siete de Santa Eulalia.

Por infecciones  respiratorias   reporta  mil 886 casos   y 33 decesos de niños.  

Pobreza

María Elena Coc, originaria de San Juan La Laguna, Sololá, relató que hace un año falleció su primer bebé, al mes de haber nacido. “Por falta de recursos no asistí a recibir control prenatal ni tomé prenatales, ni ácido fólico, por lo que mi bebé sufrió inmadurez pulmonar”, expuso.

La comadrona Marcela Chiyal señaló que muchas mujeres  han perdido a sus bebés porque no llevan controles, no saben si existe un riesgo y no se alimentan bien. “Para disminuir las muertes de neonatos es importante que las embarazadas lleven el control, especialmente en el primer trimestre, pues lamentablemente solo se realizan un chequeo en los últimos meses”, añadió.

Ovidio Paz, auxiliar de la Procuraduría de los Derechos Humanos en Sololá, recordó que en abril del 2016, en el Hospital Nacional,  se reportó la muerte de seis recién nacidos,  por distintas causas.

Manifestó que después se constató que las muertes se debieron, en parte, a negligencia del personal, ya que brindó atención primaria deficiente.

“El tema también es cultural, pues en muchas comunidades rurales las mujeres se ven limitadas y no pueden tomar decisiones. Los hombres prefieren que una comadrona las atienda y no un médico, pues aseguran que invaden la privacidad”.


Mateo González, facilitador comunitario en Salud, coincidió con que los principales factores que aumentan el riesgo de muerte en la niñez son la pobreza y la falta de educación de los padres, quienes toman acciones tardías porque desconocen los síntomas o no cuentan con recursos.     

“El tema también es cultural, pues  en muchas comunidades rurales las mujeres se ven limitadas y no pueden tomar decisiones. Los hombres prefieren que una comadrona las atienda y no  un médico, pues aseguran que invaden la privacidad”, expresó.  

Traslado

Doris Gálvez, madre de familia,  contó que hace unos meses  una pariente perdió a su hijo por una complicación respiratoria, debido a que vive en una  casa húmeda y de lámina que afectó sus pulmones.

“Por la ubicación de la vivienda en la aldea Ceilán, en las faldas del Volcán de Fuego, y la falta de recursos el traslado del niño a un centro asistencial a la cabecera departamental  se complicó, y lamentablemente murió”, dijo, y agregó que es urgente que las autoridades velen por el acceso a servicios básicos en las comunidades rurales, pues  los niños son los más afectados.

La muerte  de tres menores en el Hospital Modular de Chiquimula, en diciembre del 2016,  causó consternación, pues  los padres de estos denunciaron negligencia médica.

Carina Espino, directora del hospital, aseguró que los casos fueron atendidos inmediatamente. No obstante, los menores presentaban cuadro crítico de gripe y diarrea, por lo que los esfuerzos del personal médico no fueron suficientes para salvarles la vida.

María Alas, directora del Área de Salud, dijo que la neumonía es la principal causa de muerte  en menores de 5 años en la cabecera departamental.

Según estadísticas del   Hospital Modular, el 54% de pacientes provienen del área rural, el 44% del área urbana y el 2% de El Salvador y Honduras.

“Las enfermedades infecciosas son las que más afectan a los niños. Históricamente, la neumonía es la principal causa de muerte en Xela. En el caso de los recién nacidos, también influye la prematurez y el bajo peso al nacer”, dijo Ana Gómez, epidemióloga del Área de Salud en Quetzaltenango.

Juana Pac perdió a su primogénito en el 2015. “Solo tuve la oportunidad de tener a mi hijo en brazos siete meses, pues por la falta de atención murió de neumonía. Ahora, con mi segundo bebé, estoy pendiente de cualquier síntoma”, refirió.

Desigualdad

Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), las desigualdades provocan que los niños de familias más desfavorecidas tengan el doble de probabilidades de morir antes de cumplir 5  años.

Robin Nandy, jefe de Inmunización de  Unicef, resaltó que  todos los niños, sin importar su nivel socioeconómico, tienen derecho a vivir y a estar protegidos contra afecciones mortales.

Ramiro Quezada, especialista en Salud y Nutrición de Unicef Guatemala, indicó que apoyan al Ministerio de Salud en la lucha contra la mortalidad infantil con  programas para contrarrestar la desnutrición, acceso al agua segura y saneamiento, así como lactancia materna y reducción de enfermedades prevenibles por vacunación.

Además  promueven políticas públicas y reformas legales para asegurar el cumplimiento de los derechos de los niños.