El programa consiste en localizar un lugar utilizado como sanitario y limpiarlo hasta cuatro veces al día, para despertar el sentimiento de pena en las personas, al observar que el sitio se encuentra limpio.
“Insistimos e insistimos, desinfectamos y quitamos el mal olor de ese lugar y de alguna manera ha funcionado, pero también tenemos que estar alertas para no perder esos espacios de nuevo”, aseguró Rodríguez.
Añadió que se utilizan dos hidrolavadoras para hacer cuatro recorridos por toda la zona 1, en especial por los lugares donde más ensucian los peatones o personas en situación de calle.
El funcionario considera que aún faltan sanitarios públicos en el Centro Histórico, pero tampoco sería una solución definitiva.
“Detrás de la concha acústica —del parque Centenario— hay baños públicos, aún así, al lado de la Biblioteca parece un mingitorio porque hay gente que no tiene o no quiere pagar el quetzal para entrar al sanitario”, resaltó.
“La señora que pone a su hijo a orinar en la calle le da una terrible lección. Tiene que haber un cambio en la mente de la sociedad”, precisó Rodríguez.
Experimento
El director del Centro Histórico comentó que en la esquina de la 6a. avenida A y 12 calle, personal que labora en un edificio colocó una imagen de la Virgen y los peatones dejaron de usar el espacio como mingitorio.
“El programa Puntos Limpios comenzó hace algunos meses y continúa en pie”, aseguró.
Quienes viven o tienen negocios en la zona 1 dicen que constantemente deben limpiar las puertas de las viviendas debido a que amanecen sucias.
Cultura machista
Para algunos sociólogos, el problema proviene de una inadaptación a la vida en comunidad, reforzada por malos ejemplos de padres a hijos y permitida por las autoridades, bajo el pretexto de que hay asuntos más importantes por resolver.
Este tipo de comportamiento los sociólogos también lo atribuyen a la cultura machista, puesto que algunos varones lo ven como cierta ventaja funcional sobre la mujer.
Lugares
El Arco de Correos, en la 7a. avenida y 12 calle, así como la esquina de la 6a. avenida y 13 calle, a un costado del templo de San Francisco, son sitios utilizados como letrinas.
“Lo peor es caminar en esos lugares cuando hay sol, eso no se aguanta”, dijo la transeúnte Alejandra Ramírez.
No hay multas
Carlos Sandoval, vocero de la municipalidad capitalina, indicó que por parte de esa entidad no se emiten multas a las personas que hagan sus necesidades fisiológicas en la vía pública.
En el Departamento de Tránsito de la Policía Nacional Civil tampoco se estipula alguna sanción para automovilistas que bajen y ensucien de esa manera las calles. Hace varios años la Municipalidad instaló mingitorios en la zona 1, y aunque son utilizados, en los alrededores de estos persiste el mal olor, dicen vecinos.