Como un caso extraordinario, las córneas del infectólogo Mejía sirvieron para beneficiar a tres personas. Una de ellas fue entregada a la Clínica Visualiza, ubicada en la zona 9, y la otra al hospital Doctor Rodolfo Robles, del Comité Pro Ciegos y Sordos de Guatemala.
Los oftalmólogos cirujanos Mariano y Nicolás Yee practicaron el sábado pasado las cirugías en la Clínica Visualiza, donde dieron prioridad a una mujer de la tercera edad, ciega y sorda, que es de escasos recursos y no tiene familia. La señora padecía una enfermedad conocida como Fuchs, que provoca fallos en la capa de células que mantienen la córnea clara, lo que ocasiona que se pierda su transparencia hasta perder la visión.
El otro paciente beneficiado padecía de una distrofia granular, una enfermedad que causa la formación de gránulos en la parte interior de la córnea hasta impedir la visión. “El tejido se puede usar de varias maneras. De una córnea pudimos ayudar a dos personas: una tenía dañada la parte anterior y otra, la parte posterior de la córnea. Esto se logra por medio de un proceso de división del órgano, por medio de un láser conocido como Femto Segundo; la máquina debe ser calibrada minuciosamente, por lo que el personal médico llegó desde las 4 horas”, comentó Mariano Yee.
La otra córnea que Mejía donó fue entregada al citado hospital, para beneficiar a un tercer paciente, quien padecía una úlcera corneal y tenía el ojo perforado, por lo que también recuperará la vista, dijo el especialista.
Por protocolos médicos, los pacientes beneficiados no se enteraron de dónde provino la donación ni las circunstancias de muerte del donante, pero al recibir la noticia del trasplante mostraron una felicidad indescriptible, relató el oftalmólogo.
Esperan 300
Aunque en Guatemala algunos sanatorios, el hospital Rodolfo Robles y el Centro Médico Militar han practicado casos aislados de trasplante de córneas, fue hasta noviembre del año pasado que el Ministerio de Salud autorizó el funcionamiento del primer Banco de Córneas con donaciones de tipo cadavérico, del cual Mejía se convirtió en el primer donante.
Según Angélica Navas, directora médica del Banco, existen unas 300 personas a la espera de una donación que les devuelva la vista.
El procedimiento de los trasplantes se inicia desde que el donador fallece. No debe pasar mucho tiempo para extraer los órganos, y posteriormente se extrae el tejido corneal y se coloca un químico especial para su preservación, además de respetar una cadena de frío que debe oscilar entre dos y ocho grados centígrados.
El trasplante debe hacerse pronto, porque aún con los procedimientos especiales el tejido se echa a perder pasados 14 días a partir de la muerte del donante, citó el médico.
DONACIÓN
Ofreció apoyo para sensibilizar
Angélica Navas, directora médica del Banco de Córneas, recordó cómo el 22 de noviembre pasado, en un pasillo del aeropuerto Tocumén, de Panamá, encontró al médico Carlos Mejía. “Me preguntó en qué andaba y le conté sobre el proyecto. Él se ofreció a apoyarme en cualquier cosa que necesitara y me dijo que contara con él como donador”, recordó.
Al volver a Guatemala se puso en contacto con él y le ofreció ayuda para analizar las muestras y así descartar cualquier tipo de enfermedad infectocontagiosa en los tejidos que donaran al Banco.
Hace 10 días habló aún con Mejía y se citaron para el 25 de mayo (dos días después de su muerte). La idea era sensibilizar a los pacientes del Roosevelt sobre la donación.