Ciudades

Sin identidad y sin familia, pacientes son abandonados en hospitales nacionales  

Postrados en una cama o deambulando por los pasillos, los pacientes abandonados en hospitales públicos esperan una visita, la de sus parientes.

En los pasillos del Hospital General San Juan de Dios, algunos pacientes abandonados pasan el tiempo. (Foto Prensa Libre: César Pérez Marroquín)

En los pasillos del Hospital General San Juan de Dios, algunos pacientes abandonados pasan el tiempo. (Foto Prensa Libre: César Pérez Marroquín)

El abandono de pacientes en hospitales públicos es una realidad que a diario se vive en Guatemala, donde muchas personas son dejadas a su suerte, sin importar su edad y la dolencia por la cual fue ingresado en los centros asistenciales.

 
Por lo general quienes más sufren abandono en hospitales son los adultos mayores; sin embargo, hay casos de jóvenes por lo que nunca nadie regresa a preguntar.
 
Uno de los principales problemas que las autoridades de Salud encuentran en este tipo de casos, es que muchos de los pacientes pierden la memoria, ya sea por la edad o por alguna lesión, o porque no hay ningún dato sobre ellos en el Registro Nacional de las Personas (Renap), lo que imposibilita localizar a los parientes.
 

El hospital que más casos registra al año, unos 20, es el General San Juan de Dios, donde las autoridades lamentan que los pacientes sean dejados en ese lugar y que nadie regrese para llevárselos, pues en la mayoría son adultos mayores.

Ninnette Hernández, coordinadora del área de Trabajo Social de medicina general del Hospital General San Juan de Dios, comentó que en la actualidad hay seis pacientes en condición de supuesto abandono, dos de los cuales son adultos mayores.
 
Añadió que en todos los casos los pacientes fueron ingresados con datos falsos, así como con números de teléfono y direcciones inexistentes, lo que les dificulta ubicar a los parientes para que lleguen por ellos. Además, dijo que han desarrollado un minucioso trabajo en busca de la identidad de las personas, pero la mayoría no tiene registro en el Renap.
 
Estudios efectuados hace cuatro años en ese hospital dan cuanta que por cada paciente en situación de abandono se invertía más de Q1 mil 500 diarios. A la fecha esa suma ha aumentado de manera considerable.

De acuerdo con autoridades de ese nosocomio, los seis pacientes en abandono ya fueron dados de alta, pero debido a su situación, pues los adultos mayores no son independientes y los otros cuatro perdieron la memoria, no pueden salir del hospital.
 
Por tal razón, tienen dificultades para ubicarlos en lugares especiales, como hogares para ancianos, debido a que en estos el requisito principal es que las personas estén plenamente identificadas, lo que no ocurre con sus pacientes.
 

Historias

El olvido al que han sido sometidos estos pacientes es extremo, pues uno de ellos llegó a ese centro asistencial hace más de dos años, tiempo durante el cual las autoridades no han logrado encontrar a sus familiares.
 
Se trata de Óscar Armando Díaz, como dice llamarse, de unos 80 años, quien está postrado en la cama 28 del área de cirugía de hombres. Le amputaron la pierna izquierda y su mejor pasatiempo es contar chistes a otros pacientes y al personal del hospital.

Dice que trabajaba en la construcción y que luego de sufrir un accidente laboral fue abandonado por su esposa, con quien vivía en Santa Luisa Jocotales; sin embargo, en ese lugar nadie lo conoce.
 
La cama 13 del área de cirugía de mujeres es el lugar donde permanece gran parte del tiempo Emilia Sujuy, como dice que se llama, de unos 76 años, quien hace cuatro meses fue llevada a ese hospital por uno de sus yernos, según cuenta.
 
Asegura que vive en la zona 6 y zona 2, pero en el Renap no hay ningún registro de ella, por lo que seguirá en ese lugar hasta que alguien llegue a buscarla.
 
Según registros del Renap, se trata de Víctor Rodríguez, de 21 años, quien ingresó en el hospital a causa de un trauma, pero los meses han pasado y nadie ha preguntado por él. Tiene dificultades para hablar y caminar y se cree que pueda ser originario de Chinautla o San Marcos, pero en las visitas que se han efectuado a esos lugares no ha sido posible identificar a sus familiares. Se encuentra en la cama 18 del área de medicina para hombre.
 
En los pasillos del hospital se le conoce como el “X”, pues no hay ningún solo dato que contribuya con su identificación. A simple vista pareciera una persona normal, pero una bala le causó daños en el cerebro, lo que ahora le imposibilita hablar y recordar de quién se trata y dónde vivía. Ocupa la cama 17 del área de cirugía para hombres desde agosto último.
 
No sabe cómo se llama y dice que vivía en la 18 calle de la zona 2 de la capital. Ingresó en el hospital el 24 de agosto del 2016 por una herida de bala. No hay ningún registro de él en el Renap y en oportunidades es de temperamento fuerte. Tiene asignada la cama 18 de cirugía de hombre.
 
En el área de traumatología se encuentra un hombre de unos 40 años, quien ingresó el 5 de noviembre del 2016 y hasta la fecha no se sabe de quién se trata. El Renap no tiene su registro, y las cosas se complican porque se le diagnosticó esquizofrenia, por lo que requiere de atención especial, pues, además, camina con dificultad.
 
El Hospital General San Juan de Dios pone a disposición el teléfono 23219191, extensiones 6043 y 6501 para dar información sobre esos pacientes.
 

En el Roosevelt

En el Hospital Roosevelt el panorama es diferente, pues a la fecha solo registran a un paciente que se recupera de algunas lesiones, pero que debido a los golpes que sufrió no pude hablar y no recuerda nada.
 
Se trata de un hombre de unos 23 años que se encuentra en recuperación en la cama 15 del área de cirugía de hombre. Las autoridades ponen a disposición el teléfono 23217400 para proporcionar información sobre él.

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