Para varios de los residentes de esa colonia, este tipo de barreras ha impedido que los automovilistas conduzcan a excesiva velocidad o que los camiones se estacionen y bloqueen las entradas a las viviendas.
Choques
“Ahora ya casi no hay —bolardos—, la gente los ha quitado y hace unos días un carro se estrelló en uno que está cerca de la comisaría. Pero si no hubiera estado ahí ese paral, se pasa de largo”, dijo Mario González, vecino de la colonia Centro América.
Para algunos automovilistas que circulan en esa colonia, los bolardos no son más que obstáculos que han dañado sus vehículos o impedido la movilidad a toda hora.
Varios de esos bolardos también se pueden observar en otros sectores donde incluso han colocado estructuras más grandes, en forma de columnas y de concreto, para evitar que sean retiradas; por ejemplo, en la entrada de la colonia El Rodeo, zona 7.
“Con el tiempo han provocado problemas porque ya hay más carros, y en la tarde eso se vuelve un embudo porque hay dos vías”, aseguró el automovilista Martín Flores.
Varias opiniones a favor y en contra también se escuchan en sectores de la zona 12, cerca de la estación de los Bomberos Municipales, donde hay bolardos de concreto.
Permiso
Amílcar Montejo, intendente de la Policía Municipal de Tránsito de la capital, indicó que para colocar los bolardos se debe contar con autorización de la comuna, ya que requieren un análisis para determinar si son necesarios.
Agregó que si otros objetos son colocados por los vecinos, sin autorización, personal de la comuna debe retirarlos.
También confirmó que los bolardos se colocan para que los buses no circulen en áreas no autorizadas o a excesiva velocidad.