Paco, como lo identificaban algunos residentes de La Palmita, juntaba comida para dársela a los perros. En el inmueble donde fue hallada había abundante basura y artículos inservibles.
Los Bomberos Municipales aún no ingresan al lugar, por lo cual no han podido estimar el tiempo que lleva de fallecida la víctima. Los socorristas aún desconocen cómo proceder con los animales ya que es un caso muy raro. Generalmente los perros no devoran a los humanos cuando mueren.
Aunque se trata de una reacción muy inusual de un perro, Alejandra Estrada, directora de la organización Guate Unida por los Animales, no descarta que los canes hayan reaccionado de esa forma por su instinto de sobrevivencia.
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“Habría que averiguar cuántos días tenían los animales junto al cadáver ya que eso posiblemente despertó su instinto para comer carne humana”, manifestó la activista.
El médico veterinario, Gustavo Enrique Taracena, coincidió con Estrada al indicar que el instinto de los perros es carnívoro y el hambre los hace actuar de esa forma para mantener su fuente proteica.
Añadió que incluso pueden comer carne de otros perros por su instinto de preservación. Recordó que los canes pertenecen a la familia de los lobos.
Según Taracena, algunos perros atacan por defensa, pero usualmente, no comen la carne de su víctima.