Agregó que muchos nacen con padecimientos, sin embargo, un accidente puede cambiar la vida de cualquiera, por lo mismo cree que es valioso que la sociedad sea tolerante y ofrezca oportunidades para estas personas.
Las organizaciones estiman que de 1 a 2 millones de guatemaltecos padecen alguna discapacidad, de ellos unos 20 mil se encuentran en Huehuetenango.
Carlos Morales, oficial de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), reconoce que no hay una cultura que valore el potencial de las personas con capacidades especiales, lo que les pone en vulnerabilidad, un ejemplo sencillo, afirma, es que en las municipalidades no se preocupan por construir rampas para quienes utilizan sillas de ruedas.
En el caso de quienes padecen problemas auditivos, agrega, no se tiene infraestructura básica para ser atendidos en las oficinas de gobierno, de igual manera par quienes sufren problemas de la vista. “En todos lados hay gradas lo que representa un peligro para estas personas que necesariamente necesitan ser auxiliadas por alguien para no sufrir un accidente”, dijo.
Morales añadió que los accidentes se han convertido en una causa de discapacidad.
“Cualquiera está expuesto, en estas fechas que se pide a toda persona no manejar en estado de ebriedad, lastimosamente hay personas inmovilizadas de las piernas amputadas, inmovilización de cintura hacia abajo, porque un conductor ebrio los dejó en esa condición”, indicó.