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San Pedro Soloma: el pujante municipio de Huehuetenango

Con un índice de desarrollo humano del 0.627, según el informe del 2011 de Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, San Pedro Soloma está entre los municipios de Huehuetenango con los mejores indicadores. 

Vista de una de las calles de San Pedro Soloma. (Foto: Facebook comuna de San Pedro Soloma)

Vista de una de las calles de San Pedro Soloma. (Foto: Facebook comuna de San Pedro Soloma)

De acuerdo con el mismo estudio ese municipio es el décimo de los 33 del departamento fronterizo, con los mejores ingresos, el índice es de 0.518. Tiene el primer lugar en la tasa de salud con 0.912 y el onceavo en educación con un índice de 0.450.

Los números en educación primaria también son alentadores para San Pedro Soloma, puesto que la cobertura alcanza al 98.7% de los niños, aunque cae dramáticamente a 20.1% en básicos y 5% en diversificado.

La tasa de alfabetización es del 72.8%.

San Pedro Soloma, o simplemente Soloma, como lo conocen sus habitantes, fue escenario este martes de una tragedia a causa de la naturaleza, donde un alud sepultó un microbús del transporte extraurbano y dejó un saldo de 12 muertos y tres heridos.

Desarrollo económico

Iván Velásquez, locutor y periodista del medio local Radio Mass, explicó que, si bien es cierto, en el municipio hay pobreza, no se compara con otros, como San Sebastián Coatán, donde los niveles son extremos.

De hecho, Velásquez relata que el municipio ha tenido “un desarrollo económico grandísimo” en los últimos años. Aunque gran parte de la población se dedica a la agricultura y al comercio, el progreso se atribuye a la alta migración de jóvenes hacia Estados Unidos.

Durante la guerra interna, San Pedro Soloma fue uno de los municipios más golpeados, por lo cual familias enteras migraron hacia el norte. Al establecerse en aquel país, sus familiares en Guatemala los siguieron, ahora envían remesas para sus parientes, lo cual se ve reflejado en construcciones de lujo, según el entrevistado.

Localizado a 336 kilómetros de la capital y a 84 de la cabecera de Huehuetenango, San Pedro Soloma, en efecto, da indicios de desarrollo.

Sus cerca de 48 mil habitantes, el 90% de la etnia q’anjob’al (el 10% restante son latinos), disponen de una gran cantidad de comercios, muchos de las cuales se dedican a la venta de trajes típicos. Algunos comerciantes incluso, optan por vender su producto en México.

El comercio es uno de los pilares de la economía de Soloma, aunque algunos de sus habitantes se dedican a las siembra de maíz, principalmente, y en las aldeas de la parte baja del municipio se siembra café y cardamomo.

Cuenta con cuatro agencias bancarias, dos cooperativas y otras financieras que facilitan préstamos. Además tiene dos supermercados, y siete estaciones de radio, cuatro comerciales, dos evangélicas y una católica.  También hay dos empresas proveedoras de cable.

En cuanto a educación, funcionan dos escuelas de primaria y tres colegios. De educación básica hay un instituto y tres colegios.  Para diversificado funcionan cuatro establecimientos privados que ofrecen una diversidad de bachilleratos, perito, magisterio y secretariado.

“Hace falta educación”, lamenta Velásquez. “La gente se dedica más al comercio que a prepararse profesionalmente, es poca la gente que prefiere el estudio”, añade.

El municipio también cuenta con dos supermercados y casas con modelos envidiables, todas fabricadas de block. Las calles principales están asfaltadas y pocas son de terracería.

De lo único que se quejan los pobladores de Soloma es del pésimo estado de la carretera que conduce a Huehuetenango, aseguran que a partir del actual gobierno no se le ha dado mantenimiento y ahora prácticamente es toda de terracería, pese a que es una ruta importante que también conduce a Santa Eulalia, San Mateo Ixtatán, Santa Cruz Barillas, San Miguel Acatán, San Rafael la Independencia y San Sebastián Coatán.

La gente de Soloma también es solidaria, prueba de ello, es que desde ya se piensa recaudar fondos para ayudar al padre de familia que sufrió la pérdida de su esposa y cuatro de sus hijos en el deslizamiento.

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