Mientras que, Narciso Cifuentes Carrizosa y Juan Carrillo Mejía fueron sentenciados a tres años de prisión conmutables a razón de Q25 diarios, por el delito de encubrimiento propio, pues sabían de cómo ocurrió el crimen y no denunciaron.
Los condenados deberán permanecer en prisión hasta dejar firme la sentencia, lo que corresponde al juez de ejecución penal de Quetzaltenango. Para el próximo jueves se programó la audiencia de reparación digna.
Julio Baquiax, juez presidente, señaló que durante el proceso se comprobó que hubo una muerte violenta, la cual fue premeditada por los victimarios, quienes el 6 de noviembre 2012 habrían intentado con engaños sacar a Miguel Ramos de su casa para atender una supuesta emergencia médica; sin embargo, este se negó debido a la hora.
Según la investigación, a las 15:30 horas del siguiente día, los dos sentenciados se llevaron a la víctima a un lugar solitario y luego de una discusión y le dispararon.
Ramos se dedicaba a prestar servicios de salud como promotor, razón por la cual se le buscaba para inyectar y aplicar medicamentos a vecinos de las comunidades aledañas.
Los jueces dieron valor a los medios de prueba presentados por el Ministerio Público y los testimonios de quienes fueron propuestos por las partes procesales.
José Galindo, quien representa a Gestrudis y Juan Carrillo, acusados de asesinato, dijo estar inconforme con el fallo, pues según él, en el debate no se probó fehacientemente la participación de sus patrocinados, por lo que presentarán un recurso de apelación.