Guatemala

Vocación impulsa labor de comadronas

“Si me llaman en la noche salgo sin importar que esté lloviendo”, dijo Julia Ramos Pérez, una de las tres mil 990 mujeres comadronas en Huehuetenango, quienes con dedicación efectúan un trabajo en beneficio de la población.

El 87 por ciento de nacimientos en ese departamento son atendidos por comadronas. (Foto Prensa Libre: Mike Castillo).

El 87 por ciento de nacimientos en ese departamento son atendidos por comadronas. (Foto Prensa Libre: Mike Castillo).

Las comadronas llevan el control prenatal, atienden los partos y aconsejan durante el posparto. Ramos lleva 16 años de capacitarse, y al igual que todas las otras parteras, trabaja sin horario.

El trabajo de las comadronas es una oportunidad de dar vida, y constituye un aporte significativo para el Ministerio de Salud, pues el 87 por ciento de los nacimientos en Huehuetenango son atendidos por ellas.

“Es algo que no se hace por dinero, sino por vocación de servicio comunitario y sin importar el horario o la distancia”, dijo Luisa Morales, representante de la Asociación de Comadronas Tradicionales Huehuetecas Luna, que aglutina a 305 parteras que atienden a mujeres de ese departamento y Retalhuleu.

Morales afirma que el trabajo de la comadrona no finaliza con el parto, pues también orienta sobre el cuidado del niño en los primeros 40 días de vida.

Agregó que las parteras de la asociación son capacitadas constantemente y saben cómo actuar si hay complicaciones durante el parto y las pacientes necesiten ser trasladadas a un centro de atención permanente.

Testimonios de vida

Magdalena Baltazar Mateo, comadrona de Nueva Generación Maya, Barillas, a unos 190 km de la cabecera, en la que viven repatriados del conflicto armado interno, es una de las encargadas de atender a mujeres en estado de gestación.

“Este es un lugar retirado de la cabecera. Lo más triste es cuando nos enfrentamos con problemas, pero gracias a la coordinación con las autoridades hemos salvado vidas”, refirió.

“Ser comadrona es un regalo de Dios, no es aprendido de un médico, Él nos da el conocimiento”, asegura Juana Ortiz Sales, otra comadronas del lugar, de 64 años y 34 en el oficio.

A escala nacional, el 67 por ciento de los partos son atendidos por comadronas, y en Huehuetenango asciende al 87 por ciento, según información de la Asociación Luna.

En ese departamento hay registradas tres mil 990, según el Observatorio Observatorio en Salud Reproductiva (Osar).

Afrontan limitantes

Luisa Morales, de la Asociación Luna, expuso que las condiciones en  las que trabajan las comadronas no  son las mejores, debido a que no cuentan con  ayuda del Gobierno, ni  son remuneradas.

“La situación es  precaria y por la cantidad de pacientes que atienden, el equipo que utilizan se deteriora”, señaló.
Mirna Montenegro, secretaria técnica del  Osar, valoró el trabajo de las comadronas y  reconoció que tienen constante capacitación de parte de las entidades de Salud.

ESCRITO POR: