Los pasillos en el área en que funciona el mercado provisional son estrechos y con la lluvia los inquilinos son afectados por las filtraciones en los techos de lámina.
Las condiciones para comercializar los productos no son las idóneas, pero los vendedores han resistido cinco años desde que las autoridades municipales los reubicaron, cuando se empezó la construcción del nuevo mercado —en marzo del 2013—.
El 5 de febrero del 2013, la comuna adjudicó la obra a la empresa Ainsa, S. A., por Q2 millones 979 mil. El proyecto terminó en abril del 2014, pero quedaron pendientes las instalaciones eléctricas, aseguran autoridades de la actual administración edil.
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Retrasos
La jefa de Desarrollo Comunitario de la mencionada comuna, Solsiree Acevedo, explicó que se prorrogó la ocupación del nuevo mercado porque la administración anterior dejó inconclusas algunas instalaciones y la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) pidió cumplir con eso antes de utilizar las instalaciones.
“Había detalles que no se habían hecho en esa obra de la administración anterior, como la instalación de un transformador que debió colocar la Empresa Eléctrica de Guatemala. Se está terminando de remozar para tener las condiciones de habitabilidad que pidió la Conred, pero ya estamos en la última fase y se están asignando espacios a inquilinos”, expuso Acevedo.
La presidenta del Consejo Comunitario de Desarrollo del mercado, Julia Herrera, indicó que la semana pasada comenzaron con la ubicación de los inquilinos en el nuevo centro de acopio.
“Estamos sectorizando, y eso llevó mucha discusión. Lo hacemos de forma ordenada, para dividir productos como carnes, verduras, frutas, plásticos, mariscos; como un mercado formal y ordenado”, explicó Herrera.
Con los planos del nuevo mercado se ubicará a 140 inquilinos en el primer piso y a 84 en el segundo.
Los comerciantes también empezaron un proceso de registro, y tendrán que reunir papelería que requiere la comuna para formalizar el arrendamiento de un local.
Vecinos del casco urbano también han pedido la pronta ocupación del mencionado edificio, porque la ubicación de los inquilinos en la plazuela ha restado espacios de recreación comunitaria.