Las fuerzas de seguridad -unos 500 soldados y 350 policías- se abrieron paso, en camiones, patrullas e incluso en vehículos blindados, por las calles del caluroso poblado maya q’eqchi’, ubicado 315 km al noreste de la capital por carretera.
Algunos vecinos de este municipio de 76 mil habitantes sólo miraban, tratando de llevar su vida normal. Unos nadaban en las aguas del lago de Izabal que colinda con el poblado.
La orden del presidente Alejandro Giammattei, vigente por 30 días, limitará el derecho de manifestación, permitirá a las fuerzas de seguridad realizar detenciones sin orden de juez, establece un toque de queda entre las seis de la tarde y las seis de la mañana, así como otras restricciones, detalló el decreto publicado en la gaceta oficial.
“En el municipio de El Estor (…) diversos habitantes y grupos armados han efectuado una serie de acciones que encuadran en indicios fundados de actos violentos y ataques contra las fuerzas de seguridad”, según el texto.
El estado de sitio debe ser ratificado en los próximos días por el Congreso para que no pierda vigencia.