De acuerdo con vecinos en el sector, dos sujetos a bordo de una motocicleta se acercaron a la víctima y le dispararon.
Fiscales del Ministerio Público (MP) reunieron en la escena 33 casquillos de arma de fuego. Según pesquisas de la PNC, este era el segundo ataque armado que sufría la víctima, motivo por el cual se movilizaba en silla de ruedas.
“Al escuchar los balazos corrimos ha refugiamos en una tienda, afortunadamente no nos pasó nada”, manifestó Julio Orozco, estudiante.
Aparte, campesinos que se dirigían a sus labores, localizaron el cadáver de un hombre en una calle de terracería de la aldea Playitas, Morales.
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Según las primeras pesquisas, la víctima fue ultimada a balazos en otro lugar y en vehículo fue trasladada al sitio del hallazgo, ya que en la escena no se encontraron indicios de algún tipo de ataque.
“Sin importar la hora o el día, los delincuentes hacen de las suyas. Ya estamos cansados y vivimos con temor por tanta violencia”, expresó la vecina Sonia Orellana.
Otro crimen
Rigoberto Morataya Barahona, de 41, murió por heridas de bala el domingo último en un camino de terracería de la aldea Gracias a Dios, Los Amates, Izabal.
Según autoridades, la víctima discutió con unos individuos, quienes le dispararon en varias ocasiones.
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