Izabal

“El agua invade la parroquia”: sacerdote narra cómo su iglesia se inunda y teme daños por huracán Lisa

La inminente amenaza del huracán Lisa pone en alerta a pobladores de Morales, Izabal, principalmente a las autoridades de la iglesia local, la cual ha sido afectada por inundaciones.

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La parroquia de Morales, Izabal, ha sido afectada por inundaciones en varias oportunidades, como lo muestra la fotografía de emergencias anteriores. (Foto Prensa Libre: Cortesía)

La parroquia de Morales, Izabal, ha sido afectada por inundaciones en varias oportunidades, como lo muestra la fotografía de emergencias anteriores. (Foto Prensa Libre: Cortesía)

Paredes con moho y cayéndose en pedazos, bancas rotas y podridas, puertas dañadas y la imagen de Cristo Sepultado con termitas son algunas de las secuelas de las tormentas Eta, Iota y Julia, que han dejado bajo el agua a la Parroquia y la Casa Parroquial de Morales, Izabal.

El huracán Lisa de categoría 1 tocó tierra este miércoles 2 de noviembre en Belice con vientos máximos sostenidos de 140 km/h, según informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, lo que causa preocupación en zonas de Izabal y Petén.

Ovidio Ramírez Figueroa, párroco de la iglesia San José, en Morales, Izabal, menciona que el templo que dirige ha sido uno de las más afectados por las lluvias en el departamento, pues se registran daños en la infraestructura y mobiliario, así como en la imagen del Cristo Sepultado.

“Nuestra parroquia ha sido una de las más afectadas (…) porque la lluvia sube de nivel e invade la parroquia”, señaló Ramírez.

El párroco desconoce a cuánto ascienden las pérdidas, pero asegura que “la mayoría de los muebles se ha perdido durante la lluvia. Ahora nos preparamos con unas bases de cemento para guardar algunas cosas que nos quedan”, señaló.

“Es preocupante saber que las pocas cosas que nos quedan se van deteriorando cada día. Tenemos temor porque las construcciones (también) se deterioran y tememos que se pueda causar un daño mayor”, añadió el religioso.

Agregó que “es desesperante ver cómo todas las cosas quedan bajo el agua y que difícilmente se pueden recuperar”.

Daños en las paredes de la parroquia de Morales, Izabal, debido a las inundaciones. (Foto Prensa Libre: Roberto López)

Apilados en el patio de la Casa Parroquial tienen más de una docena de bancas podridas y las pocas que están en la iglesia tienen las marcas del agua y, aunque intentan repararlas estás son visibles.

Tras el paso de Julia, en la iglesia se empezó a construir una estructura que les permita salvaguardar el poco mobiliario y equipo que ahora tienen, pues en los últimos tiempos lo perdieron todo, incluso los animales de granja.

Pero ahora ante la inminente llegada de Lisa, se preparan -otra vez- para lo peor, aunque esperan que esta vez las lluvias y el nivel del agua les den una tregua.

En Guatemala, el presidente Alejandro Giammattei declaró en conferencia de prensa que se habían movilizado alimentos y personal de auxilio a las zonas que podrían resultar afectadas por las fuertes lluvias a causa de Lisa, que se espera atraviese el norteño departamento de Petén, fronterizo con Belice y México.

Hasta el momento las autoridades reportan la inundación del casco urbano y una carretera del municipio de Melchor de Mencos, en la frontera con Belice, lo que llevó a la evacuación de casi un centenar de personas.

Guatemala también suspendió clases en poblados del norte del país. Se prevé que Lisa ingrese el jueves a territorio guatemalteco por Petén como tormenta y posteriormente se degrade a depresión tropical en México.

La imagen del Cristo Sepultado de la parroquia de Morales, Izabal, también ha sido afectada por inundaciones. (Foto Prensa Libre: Cortesía)