Los sindicados son miembros de la ONG Promotora, Ejecutora y Desarrolladora del Área Urbana y Rural de Guatemala (Pedaur) y la empresa Centro General de Negocios, S.A. (Cegensa).
El Ministerio Público (MP) detuvo la semana recién pasada a Díaz y García, en Escuintla, mientras que Cruz se presentó en forma voluntaria. Un juez los ligó a proceso, pero les otorgó una fianza de Q50 mil a los primeros, y Q5 mil al último, así como la prohibición de salir del país.
El juez le dio tres meses al MP, para que realice la investigación contra los implicados en el caso. Por este hecho aún está pendiente la captura de William Vinicio Chávez, representante de la constructora.
Los hechos
El MP inició las pesquisas luego de que la Contraloría General de Cuentas y el alcalde de Lívingston, Miguel Rax, presentaran una denuncia contra Pedaur y Cegensa, por no haber construido la citada obra, la cual se había asignado desde el 2008.
Las denuncias fueron presentadas en febrero del 2010, después de que se estableciera que se les habían dado Q2 millones 910 mil para el proyecto, pero no se había hecho ningún trabajo.
En la obra se invertirían Q14.5 millones, de los cuales solo se entregó el primer desembolso, y cuando la entidad solicitó más fondos, le fueron negados porque la obra no había avanzado.
Para la realización del proyecto, la Alcaldía contrató un préstamo en Banrural, y le encargó la administración de los fondos a Pedaur, la cual contrató a Cegensa para la construcción de la metaterminal.
Las investigaciones, tanto del MP como de la Contraloría, establecieron que de los Q2.9 millones que les entregaron del primer desembolso, únicamente se ejecutó el 6.39 por ciento, es decir, Q930 mil; mientras que el resto se desvió a cuentas de los sindicados.
Con lo ejecutado se hizo el movimiento de tierra y la compra de algunos materiales, pero después el proyecto quedó abandonado.
El lavado
Según el MP, el lavado ocurrió luego de que Banrural otorgara el préstamo a la Municipalidad de Lívingston para la construcción de la metaterminal, y esta entregara a Pedaur el 20 por ciento, para el inicio de la obra.
Al recibir los fondos, Pedaur los traslada a Cegensa, pero esta, en vez de iniciar la construcción, emite una serie de cheques a nombre de empresas de Díaz Leytan, representante de la ONG.
Otros cheques fueron emitidos a nombre de García Ramírez, contadora de Pedaur, quien, además, tenía firma registrada en Cegensa. Cruz cobró otros cheques y remitió los fondos a los representantes de la ONG.
La Fiscalía contra la Corrupción aún busca los fondos, pues las cuentas, tanto de Pedaur como de Cegensa, están a cero, ya que solo se usaron para recibir el dinero, que luego fue retirado.