Algunos pobladores comentaron que los agentes lanzaron gas pimienta para dispersarlos, mientras que también se maneja la versión de que los pobladores inconformes les lanzaron piedras cuando llegaron.
El grupo de manifestantes exige a la empresa de níquel que cumpla promesas, debido a que esta habría ofrecido contratar a un número determinado de trabajadores, pero la población aduce que eso no ha ocurrido.
El médico Genard Méndez, dio a conocer que él trabaja en un programa de prevención de la Malaria en ese sector, y que cuando pretendía entregar mosquiteros fue sorprendido por los enfrentamientos.
Agregó que al ver que habían heridos se coordinó para que fueran llevados al servicio de la salud de la localidad en donde, ante la falta de médicos, atendió a dos personas con heridas de bala.
Agregó que además de la falta de médicos no hay insumos no medicamentos, por lo que un joven de unos 17 años murió por una herida de bala en el tórax, el cual no ha sido identificado.
Méndez indicó que también atendió a un hombre de unos 28 años que presentaba una perforación de bala en una pierna, pero que este se encuentra estable.
Según el médico, en el lugar se viven momentos de tensión y que al parecer podría haber más heridos.
De acuerdo con Méndez, en el lugar hay algunos inmuebles quemados.
Antecedentes
Unos 300 pobladores bloquearon la ruta entre Izabal y Alta Verapaz y retuvieron el martes 10 del mes en curso, a un grupo de trabajadores de la Compañía Guatemalteca de Níquel, en el Estor, Izabal, como medida de protesta contra la minera, a la que exigen oportunidades laborales, informaron fuentes oficiales.
Algunos de los inconformes manifestaron que necesitan un trabajo que los ayude a reducir los índices de pobreza extrema, desnutrición crónica y aguda que afecta a las familias del lugar, por lo que tomaron la decisión de bloquear el paso.
Los manifestantes incendiaron neumáticos y han puesto barricadas, pues aducen que la referida empresa únicamente contrata personal de otros municipios y departamentos, lo cual consideran injusto.
Mariano Max, uno de los manifestantes, dijo que un empleado de la minera hizo disparos al aire para dispersarlos, lo que causó que los inconformes se aglomeraran en la entrada principal, y aseguró que no se moverán hasta formar una mesa de diálogo.
Añadió que el alcalde Sóstenes Léiva intervino para que los inconformes liberaran el paso, pero no lo logró y acusó a la empresa de destruir los recursos naturales, causar muerte, dolor y llanto a los pobladores, a quienes niega la oportunidad de trabajo.
Expuso que El Estor presenta altos niveles de desempleo, desnutrición crónica y aguda, y que es necesario generar más fuentes de trabajo; además, aseguró que elementos del Ejército y de la PNC protegen los intereses de la empresa.
Un grupo de empleados permanecieron en el interior de la empresa, a la espera de que se lograran negociaciones, mientras que algunos de los ejecutivos fueron rescatados y trasladados en lancha hacia Río Dulce.