Agregó que la cuarentena se levantó porque se pudo controlar el brote que causó la muerte de 70 animales.
El viceministro explicó que la enfermedad se propagó principalmente por la mordedura de murciélagos.
Marcucci reveló que el Maga invirtió Q375 mil para el monitoreo, control y vacunación, durante estos días.
Byron Thomae, epidemiólogo del Maga, detalló que también inmunizaron a 200 gatos y 325 perros. Dijo que en las jornadas de vacunación en las comunidades participaron 15 técnicos y cuatro médicos veterinarios.
Thomae afirmó que las reses que fueron infectadas por la rabia ya murieron y que no hay riesgo de otro brote, por lo que se decidió levantar la prohibición de comercializar carne y animales.
Control de murciélagos
Personal del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) participó en la cacería de murciélagos vampiros, que son los principales transmisores de esta enfermedad.
Andrés Caal, del Conap, dijo que cazaron 14 ejemplares de murciélago hematófago, la única de las 102 especies que hay en el país que se alimenta de sangre.
Aseguró que la caza de estos animales estuvo a cargo de dos profesionales de la capital, quienes durante tres noches identificaron y atraparon los ejemplares de esta especie.
Francisco Cappa, diputado por Izabal, comentó que la economía de los pequeños productores fue afectada por el brote de rabia, pero que confía en que se recuperarán rápidamente.
Prometió que buscará apoyo con otras instancias a fin de ayudar a los ganaderos que perdieron sus animales por este mal.
Pérdidas
Ganaderos del área coincidieron en que la cuarentena dejó pérdidas por unos Q300 mil, aunque confían en que pronto podrán recuperarse.
Añadieron que gracias a que los ganaderos del sector son conscientes de que se logró evitar que reses enfermas salieran de Lívingston y que el brote se propagara.
Vecinos de Izabal dijeron que las autoridades deben tener más vigilancia en estas áreas y obligar a los ganaderos a que cumplan con los programas de vacunación, para evitar otro brote de rabia.