En la masacre murieron Víctor Zenón González, de 68 años; Rosmary Castro, 30; y los hijos de ambos, José Luis, 16; Hilda Marina, 14; Brenda Alexandra, 9; Dora Alicia, 5; Érica Dinora, 3, y Elsa Marlene, 2.
Marta Ramírez Jiménez, 16, fue la única sobreviviente, y su testimonio fue clave para que el Ministerio Público comprobara la culpabilidad de los acusados.
la masacre
La madrugada del 20 de septiembre del 2009, mientras la familia González Castro dormía, varios hombres vestidos con uniformes del Ejército llegaron a su casa y lanzaron una granada de fragmentación en la habitación donde se encontraban.
El artefacto cayó en la cama de las niñas y cuando explosionó las mató en el acto.
Después de la explosión, los victimarios ingresaron en el dormitorio y sacaron a González, su esposa y a uno de sus hijos, quienes resultaron con heridas de consideración, al corredor de la casa, en donde los mataron a balazos y a machetazos, luego les rociaron gasolina y les prendieron fuego.
Ramírez, conviviente de José Luis González, sobrevivió a la matanza, ya que los hombres le permitieron que escapara, ya que le dijeron que el problema no era con ella, sino un pleito de una herencia.
Su declaración facilitó que, una semana después, las autoridades capturaran a los criminales y fueran condenados.