Familiares de los reclusos en varias ocasiones denunciaron que Asencio Munguía se quedaba con la mitad del dinero exigido a los internos de nuevo ingreso. En una ocasión anterior, el familiar de un recluso denunció ante el Consejo Departamental de Seguridad que para evitar que su pariente fuera víctima de agresión, pagó Q8 mil.
En el julio último, Asencio Munguía fue trasladado a la subestacion de Jalpatagua, donde fue capturado este viernes.
Cobros ilegales florecen tras las rejas
El Sistema Penitenciario (SP) es señalado por diferentes sectores como “la cenicienta de la justicia guatemalteca”, debido a la incapacidad de sus autoridades para tomar el control de las prisiones y evitar que ocurran vejámenes contra reos de reciente ingreso, a quienes otros internos exigen fuertes sumas de dinero a cambio de no golpearlos —talacha—, un jugoso negocio ilegal que florece tras las rejas.
Recientemente, en una reunión sostenida por autoridades del sector de justicia en Jutiapa, en la cual se discutió la problemática que representa la prisión local, se destacó que algunos reos recaudan miles de quetzales producto de la talacha, que en algunos casos van desde Q15 mil a Q20 mil por recluso.
Hay casos en los cuales, según se ha señalado, los reos son golpeados y obligados a limpiar bartolinas y sanitarios colectivos, o son torturados con baños de agua fría, no les permiten dormir y deben permanecer de pie durante varias horas. Algunos de los agredidos han muerto a causa de lesiones.
Jorge Cruz, de la comisión que gestiona la construcción de una nueva cárcel en Jutiapa, comentó: “Estar en la cárcel es un buen negocio. Sabemos del caso de un reo que cuando entró no tenía ni para pagar un abogado. Ahora, luego de dos años preso, ya construyó una casa de dos pisos y tiene un vehículo de modelo reciente”.
Agregó que los reos jefes y subjefes de sector no les interesa quedar libres porque estar en prisión les genera jugosas ganancias.
La jueza Rosa Oliva, de Jutiapa, dijo: “Los jueces recibimos muchas quejas de reos y sus familiares, por los abusos que sufren en la cárcel, pero cuando se les pide que presenten la denuncia formal desisten, para evitar represalias”.
Las autoridades de Jutiapa informaron que algunos reos que fungen como subjefes de sector en las prisiones han acumulado más de Q150 mil en un año, producto de la talacha. Los jefes de sector pueden duplicar o triplicar esa suma.
Paola —nombre ficticio—, esposa de un interno de la cárcel de Jutiapa, denunció que desde el momento en que un nuevo reo ingresa en esa prisión comienza a ser víctima de abusos y los agresores le dan cuatro o cinco horas para que los familiares reúnan entre Q5 mil y Q12.
Agregó que cuando los reos obtienen su libertad, los internos, con apoyo de las autoridades del SP, les exigen otra cantidad similar para agilizar su liberación.
La afectada refirió que en la cárcel de Jutiapa hay un sector conocido como Banderas, donde se encuentran los reos que pagan una talacha de Q8 mil cuando ingresan y Q1 mil quincenales.