Jutiapa

“Hay mucho nerviosismo”: pobladores de Conguaco narran cómo les afecta el enjambre de sismos y los daños que ha causado

Vecinos de Conguaco narran la complicada situación que viven por el enjambre de sismos y los daños en sus viviendas.

María Gutiérrez Galicia, de la aldea Palo Blanco, ha sido afectada por los daños que los sismos han ocasionado en Conguaco. (Foto Prensa Libre: María René Gaytán)

María Gutiérrez Galicia, de la aldea Palo Blanco, ha sido afectada por los daños que los sismos han ocasionado en Conguaco. (Foto Prensa Libre: María René Gaytán)

Pobladores de comunidades de Conguaco, Jutiapa, manifestaron la difícil situación que viven por el enjambre de sismos en el lugar desde octubre recién pasado.

Prensa Libre y Guatevisión viajaron hasta el referido municipio este lunes 8 de noviembre para conocer lo que viven habitantes de al menos cuatro aldeas del lugar.

El Insivumeh reportó que hasta este lunes se habían contabilizado 938 sismos por el enjambre en el referido municipio. De estos, 47 han sido sensibles.

Según el reporte, esto se comenzó a reportar el 17 de octubre recién pasado y el día con más actividad sísmica fue el 1 de noviembre con el reporte de 193 eventos y uno sensible.

El área urbana ha sido uno de los puntos más sensibles, aunque en cuatro aldeas es donde los daños en las casas son más evidentes.

En la comunidad San Pedro 35 casas registran daños, en Palo Blanco 50, El Rosario otras 25, Cerro Gordo 20 y en el caserío El Bonete otras 20.  Pobladores aseguran que la ayuda no les ha llegado.

El temor se ha apoderado de vecinos, cuyas viviendas se encuentran con daños. La mayoría de las construcciones son de block o de adobe y bajareque (una mezcla de barro y palos).

Daños en casas

Los inmuebles tienen rajaduras en techos y paredes, lo que ha obligado a familias a dormir en la calle,  galeras o los patios ante el temor de que las estructuras se desplomen.

El acceso a las comunidades es difícil, ya que el camino es de terracería; además, está el riesgo de que algunas casas están a la orilla de barrancos o hay rocas de gran tamaño que se podrían desprender por algún sismo.

Una de las comunidades en mayor riesgo es la de El Rosario, donde el Ejército verificó en una ladera con rocas que amenazan con caer sobre la comunidad, por lo que analizan con dinamitar, aunque el difícil acceso al lugar les complica los trabajos.

Una fuente del Cuerpo de Ingenieros del Ejército informó que la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) les pidió apoyo por un manto rocoso que está a punto de caer. Añadió que la roca está superficial y representa peligro porque está en cercanías de tres viviendas y una escuela.

Dijo que lo recomendable es desalojar a las personas aledañas al lugar porque el terreno es inclinado.

 Testimonios de afectados

Marco Antonio Galicia Recinos, de la aldea San Pedro, informó que los temblores reportados a escala nacional como el terremoto de 1976 han sido sensibles en el municipio.

Añadió que cuando hubo un terremoto en El Salvador también hubo temblores en Conguaco.

“Como familia tenemos temor que vaya a pasar alguna cosa mayor, tenemos las precauciones necesarias para estar prevenidos. Pedimos a Dios que no vaya a ser así”, manifestó.

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Desde hace una semana duerme en la sala con su familia, como medida de precaución.

Marco Vinicio Galicia Recinos, poblador del barrio Las Flores, recordó que desde el 17 de octubre comenzó la actividad sísmica y desde ese día están con la incertidumbre de lo que pueda pasar.

Manifiestan temor

“Hay mucho nerviosismo, las personas están alarmadas, incluso en algunas se ha podido ver que se han habilitado centros en las salas o lugares muy cercanos a las puertas para buscar un lugar seguro a la hora de un temblor demasiado fuerte”, manifestó.

“Hay mucha alarma e incertidumbre de lo que puede ocurrir”, indicó Galicia, quien añadió que por momentos se calma, pero al siguiente día los sismos continúan con lapsos de dos a tres minutos o media hora.

Dijo que esperan una respuesta de las autoridades correspondientes para saber qué ocurre, porque hay casas con daños y desconocen cómo están los cimientos.

En la sala habilitó un dormitorio cerca de las puertas para evacuar de forma segura al momento de una emergencia.

Angélica Aguilar, otra pobladora, manifestó que se asustan cuando los sismos son fuertes, pero no tienen a dónde irse. “Estamos aquí esperando la voluntad de Dios y primero Dios se tiene que calmar”, expresó.

Algunas noches junto a su familia ha dormido afuera de la casa por temor a las grietas en las paredes y “da miedo”. Añadió que algunos se han enfermado al dormir a la intemperie por el frío y el viento.

Emilia Corado Díaz, de 71 años, afirmó que no ha vivido una situación similar como esto de los sismos fuertes. Añadió que la situación es difícil para movilizar a su mamá Isabel Díaz de Corado, de 90.

Duermen en su galera, aunque en ocasiones en el corredor por la situación, ya que temen pase algo peor.

María Gladis Galicia, de la aldea Palo Blanco, recordó que algunos temblores han sido fuertes y temen que se desplome su vivienda de madera y barro. Algunos días han dormido a la intemperie y pidió ayuda al gobierno por la situación que viven.

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Gloria Albertina Alvarado, otra pobladora, manifestó que por el miedo a lo que pasa también han dormido fuera de la casa “porque le da miedo”. Añadió que no ha recibido ayuda.

Alfonso Gerónimo, líder comunitario de Palo Blanco, informó que la población está triste y asustada. Añadió que duermen a la intemperie por los daños en la viviendas y a otras se les ha desplomado una parte.

Señaló que no han recibido ninguna ayuda para las comunidades afectadas. También esperan que las autoridades verifiquen los daños.

Sonia Alvarado, de la comunidad Palo Blanco, informó que duermen en el corredor porque la casa tiene grietas. Su vivienda es de block y teme que se desplome. Añadió que nunca había vivido algo parecido en Conguaco.

Según el Consejo Comunitario de Desarrollo, el único lugar donde evaluado daños en las casas es en San Pedro y la cabecera Conguaco, a Palo Blanco aseguran que nadie ha llegado.

Manuel González, alcalde de Conguaco, informó que apoyarán con víveres a los afectados. Según él, son unos 3 mil pobladores los perjudicados por el enjambre de sismos.

Añadió que la comunidad San Pedro es la que registra más daños en viviendas.

Indicó que hay dos albergues habilitados, uno en un instituto y otro en una escuela, los cuales por ahora están desocupados, pero los pueden abrir de nuevo de empeorar la situación.

Afirmó que la Conred ha llegado para evaluar la situación.

 

 

 

 

ESCRITO POR:

Óscar García

Periodista de Prensa Libre especializado en periodismo comunitario e historias humanas con 12 años de experiencia.

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