También hubo quiebras de piñatas y los ancianos disfrutaron de una refacción.
La actividad forma parte del período de prácticas supervisadas de los universitarios.
“Estuvimos tres meses en el asilo atendiendo a los internos para poner en practica los conocimientos académicos que hemos recibido en las aulas”, dijo estudiante Edwin Martínez.
En las próximas semanas llegará al asilo otro grupo de practicantes de enfermería para atender a los internos.