Jutiapa

“Las mujeres quedan indefensas con los niños”: vecinos de pueblo fronterizo con El Salvador abandonan sus casas por temor a pandilleros

Familias de Moyuta, Jutiapa, fronterizo con El Salvador, dejaron sus hogares ante la inminente llegada de pandilleros que huyen de las acciones del gobierno de Nayib Bukele.

Algunos vecinos de Aldea Las Flores, Moyuta, Jutiapa, han retornado a sus viviendas luego de que las dejaran por temor a que pandilleros salvadoreños llegaran a ese lugar, donde ahora hay patrullajes del Ejercito. (Foto Prensa Libre: Élmer Vargas)

Algunos vecinos de Aldea Las Flores, Moyuta, Jutiapa, han retornado a sus viviendas luego de que las dejaran por temor a que pandilleros salvadoreños llegaran a ese lugar, donde ahora hay patrullajes del Ejercito. (Foto Prensa Libre: Élmer Vargas)

La aldea Las Flores, en Ciudad Pedro de Alvarado, Moyuta, Jutiapa, se ubica en cercanías del río Paz, que divide a Guatemala con El Salvador, y donde hasta hace algunos días sus habitantes vivían en armonía; sin embargo, tras el endurecimiento del plan antipandillas por parte del gobierno de Nayib Bukele todo cambió, incluso, algunos abandonaron sus hogares.

“Ha habido amenazas en él área fronteriza de pandilleros tratando de rentar obligadamente o expulsar de sus viviendas a guatemaltecos de áreas fronterizas”, señaló el lunes pasado el ministro de Gobernación, Napoleón Barrientos.

Por lo anterior, un equipo de Noticiero Guatevisión y Prensa Libre viajó más de 150 kilómetros al oriente del país para conversar con las familias que habitan en dicha aldea y conocer sus inquietudes.

Según las familias, no abandonaron sus hogares por amenazas como se había dicho, sino por temor a la posible llegada de pandilleros, ya que durante el día los hombres deben dejar solas a sus esposas e hijos, y les causa preocupación, como el caso de Roberto, quien tiene 49 años y toda su vida ha estado en este lugar.

Relata que abandonó su hogar el 25 de marzo junto con sus siete hijos y cuatro nietos, así como su esposa. Durante 10 días permanecieron en una vivienda alquilada en la colonia Antigua, ubicada a unos kilómetros de su hogar. Allí pagaba Q400 de alquiler.

Este martes regresaron a su hogar junto con la familia de su sobrino, bajo la promesa de las autoridades de llevar a cabo patrullajes combinados del Ejército y Policía Nacional Civil (PNC), aunque señala que en otras épocas ven cómo transitan por el río migrantes y presuntos delincuentes de El Salvador.

“La salida de nosotros fue por la seguridad de los niños y de las esposas, porque nosotros salimos a trabajar dos kilómetros hacia arriba a nuestros trabajos y aquí a las mujeres se quedan solas e indefensas con los niños”, señaló Roberto.

Agregó que regresaron porque les ofrecieron incrementar la seguridad en el área, además, asegura que han tenido apoyo del Ejército y de la PNC.

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Es una situación caótica la que uno vive y aunque a nosotros no nos han dicho nada, lo que uno quiere es resguardarse al ver un peligro”, dijo por su parte el sobrino de Roberto, quien prefirió guardar el anonimato.

Además, dijo que en la aldea no hay señal de teléfono, por lo que estar en contacto con las fuerzas de seguridad es complicado.

Para llegar a la aldea Las Flores se deben transitar más de 150 kilómetros desde la capital, luego recorrer alrededor de seis kilómetros de terracería y posteriormente más de 600 metros de descensos en veredas para llegar hasta donde se ubican tres viviendas a la orilla del Río Paz.

La pesca, cultivo de frijol, maíz, ajonjolí y cuidado de ganado son las actividades económicas que les permiten subsistir, ya que no hay oportunidades laborales en el sector.

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A unos metros de la casa de Roberto, que está edificada con bajareque (varas recubiertas de barro), habita su sobrino, quien también regresó a su vivienda junto con su familia. Señala que tampoco fue amenazado, pero por prevención decidió estar 10 días en otra vivienda en la colonia Antigua.

Apunta que existe temor en el lugar por la situación actual, y señala que las autoridades tienen abandonado el lugar, ya que no llevan a cabo patrullajes rutinariamente.

Durante el recorrido se evidenció que solo había un puesto de control de la PNC en Ciudad Pedro de Alvarado y el despliegue de una unidad J8 y militares en el área de la aldea Las Flores.