“Mataron a un niño tan educado y muy querido en todo este barrio, nunca lo voy a olvidar porque cuando venía a mi tienda me gustaba oírlo por la gran educación que tenía”, dijo una mujer quien solo se identificó por seguridad como Lucita, dueña de una tienda ubicada a escasos 25 metros del lugar donde las autoridades encontraron la macabra y violenta escena.
“No escuchamos absolutamente nada, y eso que vivo casi enfrente de la casa donde mataron a la señora y al niño. Me extrañó que ayer no vino al mediodía a comprar su refresco para el almuerzo, porque todos los días sin faltar venía”, agrego Lucita.
Hugo Leonel era un niño muy aplicado, cursaba el cuarto grado en la Escuela Oficial Urbana de Asunción Mita y durante sus cuatro años de estudios fue abanderado, comentan sus familiares.
Un policía que prefirió el anonimato comentó: “Nunca había visto una escena tan violenta como la que encontramos en esta vivienda, fue impresionante ver los cuerpos del niño y la señora que quedaron tirados dentro de los ambientes de la casa. Nunca había visto una escena tan brutal en lo que llevo de ser policía”.
Los cuerpos de las dos víctimas presentaban múltiples heridas de cuchillo, y el arma fue localizada cerca de los dos cuerpos, al momento se desconoce quién de los dos fue atacado primero.
Sobreviviente
Con una herida en una pierna quedó Víctor García Padilla, 17, hijo mayor, quien ha dado algunas versiones a los fiscales del Ministerio Publico, que aún están bajo investigación.
Versiones no oficiales relatan que el joven testificó que otro menor lo atacó previamente en una calle y luego otro hombre hizo lo mismo a bordo de una motocicleta. Este último le habría dicho: “Si vos has resistido, a ver si tu familia va a resistir esto”.
Víctor García, padre de la víctima de 11 año y quien está divorciado de la madre, califico de “impresionante” lo visto en la vivienda cuando llegó.
Una vecina que hace 12 años habitó la casa donde ocurrió el doble crimen, afirmó que “se escuchaban cosas feas de la vivienda”, ya que otros inquilinos comentaban que por las noches veían la silueta de un niño pasearse por el inmueble, y que les jalaban las sabanas mientras dormían.
Este mediodía fueron llevados los féretros con los cuerpos del menor y su progenitora para ser velados en la misma vivienda donde ocurrió el brutal ataque.
