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Desaparición de niño inquieta a vecinos de El Tablón, Villa Canales

Durante más de 18 horas, un niño de cuatro años estuvo perdido en una montaña de El Tablón, Villa Canales, donde el frío intenso de la noche y madrugada es tan solo uno de los peligros a los que se expuso.

Aunque de forma temporal no tienen la custodia, Raquel Elizabeth Pelén y Eddy Hernández se reúnen con su hijo, en Villa Canales. (Foto Prensa Libre: Carlos Hernández Ovalle)

Aunque de forma temporal no tienen la custodia, Raquel Elizabeth Pelén y Eddy Hernández se reúnen con su hijo, en Villa Canales. (Foto Prensa Libre: Carlos Hernández Ovalle)

Para vecinos y autoridades, haber localizado con vida al pequeño fue un “milagro”, porque la noche que estuvo perdido, la temperatura descendió a unos 6 grados, el frío suficiente para que cualquier persona muera de hipotermia.

El bombero voluntario Antonio de León Ovando, quien la noche del miércoles último formó parte de las brigadas de recate que se organizaron para buscar al niño, dijo que temían lo peor, porque el pequeño estuvo expuesto a los peligros del bosque durante más de 18 horas.

Residentes del lugar, ubicado a unos cuatro kilómetros del área urbana, se hallan confundidos por lo ocurrido con el menor, el miércoles último  a las 11 horas, cuando desapareció en terrenos de una finca cafetalera.

Raquel Elizabeth Pelén, de 23 años, madre del niño, asegura que recolectaba leña en la finca El Mirón, cuando su hijo desapareció. “Lo dejé sentado mientras recogía leña y fue en cuestión de cinco minutos que ya no lo vi”, comentó.

Añadió que buscó a su pequeño por los alrededores de la finca, pero los resultados fueron negativos, por lo que bajó a la comunidad y alertó a los vecinos, quienes sabido del riesgo que corría el menor se organizaron para irlo a buscar.

Esa noche los resultados fueron negativos y la búsqueda fue suspendida debido al frio y la oscuridad, mientras la angustia de los familiares se agudizaba.

Eddy Hernández, padre del niño, cree que alguien se llevó a su hijo, pues no se explica cómo soportó las inclemencias del tiempo, solo en medio del bosque.

“A él alguien se lo llevó. Lo más seguro es que quien lo tenía decidió abandonarlo al ver que el pueblo se unió para buscarlo”, dijo.

Hernández asegura que el pequeño fue localizado, a eso de las 5 horas del jueves, en un camino que une a las fincas El Bosque y Candelaria, donde estaba cubierto con ramas y tenía un pequeño golpe en el ojo izquierdo. Por eso cree que en su desaparición hay alguien implicado.

Por su edad, el menor no habla con claridad, pero según su padre, este les indica que lo tenían en una casa y que una mujer lo alimentó, por lo que ahora se siente temerosos porque su teoría se refuerza y cree que alguien habría robado al pequeño.

Irresponsabilidad

Algunos pobladores consultados aseguran que lo que ocurrió fue una irresponsabilidad de la madre, ya que el lugar donde el pequeño desapareció es peligroso, pues con frecuencia ocurren violaciones y asesinatos.

“Ella sabe que ese lugar es peligroso y no hay una explicación para que se haya arriesgado tanto”, dijo una vecina que prefirió el anonimato.
Añadió que en el pueblo nadie sube a las montañas solo, porque estas son merodeadas por delincuentes.

La Procuraduría General de la Nación intervino y un juez ordenó una medida de protección en favor del menor, por lo que este quedó temporalmente bajo la custodia de un pariente.

Suilma Cano, jefa de la Unidad Operativa del Sistema de Alerta Alba-Keneth, afirmó:  “La situación tiene que ser investigada por el Ministerio Público”.

Añadió el pequeño permanecerá de manera temporal con un pariente, mientras las autoridades competentes investigan qué fue lo que ocurrió y se es conveniente que este regrese con sus padres.

Un caso como este puede durar entre dos a nueve meses

Historia se repite

Hace 20 años, la familia Pelén extravió a una niña de 7 años en esa montaña. En aquella oportunidad, la menor acompañaba a su abuela que recogía leña, cuando se perdió entre los cafetales.

A las pocas horas la pequeña fue localizada sana y salva, según Ana María Pelén Sián, quien recuerda con claridad los momentos de angustia que vivieron en esa fecha.

Agregó que con la desaparición del pequeño volvieron a vivir el pánico de hace 20 años, porque a pesar de que los niños han sido localizados, pensar que en la montaña hay peligros como barrancos, pozos y animales silvestres no les dio tranquilidad durante las búsquedas.

Otros vecinos aseguran que una parte de esta finca está encantada y que por eso es fácil perderse.

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