El arqueólogo Mario Zetina dijo que desafortunadamente ese accionar es parte de la cultura popular. “No nos han enseñado a respetar lo que tenemos, principalmente nuestras estructuras prehispánicas. Especialmente los jóvenes tratan de plasmar su nombre, y los enamorados dibujan corazones. Sería bueno que se recibiera orientación sobre el cuidado de nuestras piezas arqueológicas”, resaltó.
El arqueólogo señaló que el daño de escribir en las estructuras es grave, porque los estucos de las estructuras tienen grafitis prehispánicos. “Muchos de ellos están cubiertos por microflora, por lo que los visitantes no los ven y escriben sobre ellos y destruyen las inscripciones mayas”, afirmó.
Zetina comentó que jóvenes, lamentablemente guatemaltecos, que llegan por primera vez o arriban de otros departamentos quieren dejar “huella” en Tikal.
“Para hacer este tipo de manchas o rayones usan cualquier tipo de utensilios, como lapiceros, navajas, pedazos de botellas o piedras que encuentran a su paso”, lamentó.
Sería bueno que en las escuelas se haga consciencia sobre cuidado y respeto al patrimonio, recomendó el arqueólogo.
El visitante José Romero razonó que es importante cuidar lo que se tiene, pues es algo valioso que se hereda a las futuras generaciones. “Si lo destruimos, nuestra historia desaparecerá”, afirmó.
El comerciante Brigido Sontay considera que se ve mal que los mismos guatemaltecos destruyan esta rica herencia.
El residente Eutimio Muzul manifestó que es un problema serio y que se debe cuidar lo poco que se tiene: “Es ahora cuando lo tenemos que hacer”, dijo.
Medidas
Jorge Chocón Tun, administrador del parque Tikal, refirió: “Uno de los riesgos de la conservación es la falta de educación de algunos visitantes, en especial de nuestros paisanos, pues es lo que se desprende al leer o interpretar lo que dejan escrito en las estructuras del sitio”.
“Vemos que se trata de un mal generalizado, y que las personas no toman conciencia de que se destruye la herencia de nuestros antepasados y las reparaciones le quitan autenticidad a la estructura”, explicó.
Chocón mencionó que algunas de las medidas que se están tomando para evitar este tipo de daño, es colocar barandales en las puertas de los recintos en donde hay mayor afluencia, para evitar este tipo de problemas, pues aprovechan la multitud para pasar inadvertidos por el personal del parque.
Aseguró que están tomando prevenciones en todas las estructuras, como más vigilancia. Cuando los grupos son grandes pagan un guía, y este se encarga de informar a los turistas y velar porque no manchen las estructuras.