Aunque la intención de los socorristas es liberar a la serpiente “en su hábitat natural”, un experto señala que esta especie (Pitón Reticulada) no es originaria de Guatemala y que sería peligroso dejarla libre en algún bosque o selva del país.
“Esta especie es la que más crece en todo el mundo, puede llegar a medir hasta 14 metros de largo, es una arborícola muy grande, tiene carácter fuerte y es muy poderosa, sus músculos son muy fuertes”, expuso Dany Mazariegos, director técnico de la organización de vida silvestre Antigua Exotic.
Según el experto, ese tipo de reptiles solo pueden ingresar a Guatemala importadas, y aunque no es venenosa “no debería estar en libertad” en el país” porque podría convertirse en un gran problema para el ecosistema ya que por su tamaño “podría llegar a consumir hasta un venado”.
Mazariegos sugiere que la serpiente sea puesta en un centro de cuidado especial ya que requiere atenciones específicas y en Guatemala no hay un hábitat adecuado para dejarla en libertad.
Común
En la época previa a la temporada lluviosa es común que las serpientes aparezcan en las viviendas cercanas a barrancos o bosques ya que las hembras se mueven en busca de lugares donde depositar sus huevos, mientras que los machos buscan hembras.
Mazariegos indica que la mayoría de serpientes no son venenosas, no obstante la gente las mata por desconocimiento.