El insecto negro de un centímetro de largo perfora la corteza del árbol y le hace zanjas que obstruyen el proceso de alimentación de la planta y le causa la muerte. La plaga fue descubierta en el parque Canajuyú y en la colonia Lourdes, ambos lugares de la zona 16, indicó el ambientalista y delegado de Fundaeco Gabriel Valle.
“Lo que quisiéramos es que los vecinos reporten si ven este problema en su sector. Se puede identificar porque los árboles se secan o se ponen amarillos. La única solución es talar el árbol y quemarlo, así se garantiza que la plaga se muera”, aseveró.
Obstáculos
El ambientalista dijo que el problema es que si algunos focos de la plaga comienzan en terrenos privados se complica más combatirlos, debido a que habría que buscar a los dueños para explicarles y darles asistencia técnica para que talen los árboles, o deben solicitar permisos en la municipalidad, que actualmente solo permite la tala de 10 metros cúbicos, pero en este caso porque sería saneamiento.
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“La plaga también se ha detectado recientemente en el cerro Alux y hace años en Chimaltenango y San Lucas Sacatepéquez, pero no se había dado en la ciudad”, resaltó Valle.
“Es una emergencia a la que la gente no le pone atención. El problema es que si la plaga se extiende por la ciudad será más dañino que un incendio, porque en este se controla el fuego, pero una plaga como la del gorgojo, se propaga rápido y será fatal para los bosques urbanos”, advirtió el experto.
Otro foco del gorgojo se descubrió en los bosques del cuartel Mariscal Zabala, zona 16, pero se erradicó cuando se talaron los árboles.
Minimizan problema
Byron Palacios, encargado del departamento de Protección Forestal del Instituto Nacional de Bosques (Inab), señaló que ese tipo de gorgojo siempre existe en los pinos, pero debido a factores climáticos “se incrementa su reproducción”.
Aseguró que en la capital el fenómeno se detectó este año, por lo que han hecho monitoreos y dado asistencia técnica para tratarlo.
Si la plaga se detecta en dos o tres árboles, el permiso para talarlos se debe solicitar en la comuna local. Si son varios se debe acudir al Inab para tramitar los permisos.
Plagas relevantes
El 7 de febrero de 1979, habitantes del altiplano se manifestaron por el avance de la plaga del gorgojo del pino.
En noviembre de 1994, en las cumbres de Alzaclim, El Sombrerón y el Durazno, El Progreso, se talaron varios pinos infectados como única solución para detener el problema.
En agosto del 2001 la plaga afectó bosques de Chiquimula. Tres años después, en Totonicapán fueron afectadas 45 hectáreas de pino.
Según ambientalistas, en ocasiones ese tipo de plagas se detienen por sí solas.