Carlos Guárquez, director ejecutivo de la Asociación Guatemalteca de Alcaldes y Autoridades Indígenas (Agaai), comentó que uno de los primeros errores que cometen los alcaldes electos son despidos sin justificación.
Contra Élmer Leonidas Guerra, actual alcalde de la cabecera de Jalapa, han sido interpuestos unos 11 antejuicios, de los que solo uno ha prosperado. Ocho de estos, por trabajadores despedidos a quienes una sala de apelaciones respaldó y ordenó su reinstalación, aunque el jefe edil, quien no logró reelegirse, se niega a cumplir.
También trabajadores de Masagua, Escuintla, emplazaron a la alcaldesa Blanca Alfaro, quien fue reelecta, pero indicó en fecha reciente que cumplirá la orden de reinstalación que emitió un juzgado.
Guárquez señaló que con frecuencia hay despidos sin justificación porque los nuevos alcaldes tienen compromisos políticos, por lo que para evitar problemas recomendó evaluar y capacitar a los trabajadores.
Personal del Instituto de Fomento Municipal (Infom) les recomienda supervisar el manejo del erario, pues a veces se heredan deudas millonarias y compromisos que hacen imposible cumplir lo ofrecido en las campañas.
Luis Cajas, técnico del Infom, refirió que deben aprender sobre el proceso de préstamos, pues ahora la ley establece que no deben adquirir deudas más duraderas que su administración.
También deben ser cuidadosos en cumplir con la distribución de fondos. La semana recién pasada fue detenido el alcalde de San Lucas Tolimán, Sololá, Óscar Pic, sindicado de abuso de autoridad y otros delitos.
Supervisión
La gestión de los ediles es supervisada por la Contraloría General de Cuentas (CGC), la cual impone multas, pero si la transgresión está tipificada como delito traslada el caso al Ministerio Público.
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