Guatemala

Ataques en cárceles atemorizan a vecinos

Quienes viven cerca de la Granja Penal Cantel, en Cantel, Quetzaltenango, y del Preventivo para Hombres de la Policía Nacional Civil (PNC), en la zona 1 de Xela, viven  atemorizados por los constantes amotinamientos y ataques que han ocurrido en la primera, pues creen  que la situación carcelaria en ese departamento es una bomba que puede estallar en breve.

En la Granja Penal Cantel, Quetzaltenango, han ocurrido varios incidentes este año, desde riñas entre reos hasta un ataque en el camino de ingreso, el cual se cobró dos vidas. (Foto Prensa Libre: Carlos Ventura)

En la Granja Penal Cantel, Quetzaltenango, han ocurrido varios incidentes este año, desde riñas entre reos hasta un ataque en el camino de ingreso, el cual se cobró dos vidas. (Foto Prensa Libre: Carlos Ventura)

CANTEL – En los últimos meses, el reclusorio  de Cantel ha sido escenario de varios amotinamientos y ataques que han dejado tres personas muertas, entre ellas una mujer, un guardia y un reo.

Piden más control

Víctor García líder comunitario de la aldea Llanos de Urbina,   Cantel, exige que las autoridades  ejerzan más control en esa granja penal, debido a que las riñas se han intensificado últimamente.
 
El vecino Ricardo Mejía  dijo  que debido  a los múltiples hechos sucedidos en ese centro de detención  las  autoridades deben  trasladarlo a otro sector, debido a que las áreas contiguas ahora están siendo habitadas y con ello se mantiene latente el riesgo de que algún inocente salga afectado si ocurren más incidentes.  

“No hay control en la cárcel y los vecinos corren peligro al vivir cerca de  un reclusorio descontrolado y violento”, manifestó Mejía.
 
En el preventivo

En la actualidad,  en el Preventivo para Hombres    hay 285 reos, 185 más de su capacidad.

La sobrepoblación también se debe a que en este recinto están los presos de Coatepeque, ya que ese municipio no cuenta con cárcel desde hace más de dos años.

Claudia López, quien reside cerca del preventivo,  comentó   que no hay  seguridad en ese lugar,  por lo que temen por sus hijos, pues   acostumbran   salir a jugar en la calle.
 
“No quiero sonar  discriminadora, pero la gente que viene a ver a sus familiares a ese lugar da miedo y desconfianza. Yo temo que mis hijos salgan a la calle a jugar y les pueda pasar algo, pero no se los puedo prohibir. Lo mejor  sería que  trasladen  esta cárcel a otro lugar, porque está en una zona residencial”, señaló.
 
Quienes viven en las cercanías del preventivo  señalaron que   el Gobierno ya perdió el control de los penales y por eso en cualquier momento pude ocurrir algún incidente.

Recordaron la fuga de seis internos de alta peligrosidad la mañana del viernes 4 de septiembre del 2009, entre ellos cinco miembros de la banda de secuestradores los Pitágoras.

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