El sábado 24 de octubre, los vecinos de La Esperanza, Quetzaltenango, se sorprendieron por el hallazgo de un cuerpo envuelto en costales. En la escena las autoridades no precisaron sobre el sexo del cuerpo, pero los vecinos sospechaban que tendría relación con un desenlace trágico para Cifuentes Cruz, ya que había desaparecido en ese municipio.
Un día después, el domingo 25, el cadáver fue entregado a los familiares quienes la inhumaron por la noche en el Cementerio Municipal de la Esperanza. La mañana del lunes 26 de octubre el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) oficializó que el cuerpo era de la mujer desaparecida, quien murió de asfixia por sofocación.
Colectivos de mujeres y asociaciones expresaron su repudio por el crimen y exigen a las autoridades justicia, así como seguridad.
Integrantes del Colectivo de Mujeres de Quetzaltenango tuvieron una reunión virtual en la que estuvo presente el padre de la víctima y Erick Tzún, gobernador de Quetzaltenango.
El gobernador reconoció que los casos de desaparición son reales. “No solo mujeres, niños, adolescentes, también hay hombres que han desaparecido y no se sabe de ellos, nosotros hemos estado trabajando con la Policía Nacional Civil y el Ministerio Público, investigamos estas situaciones, sabemos que es muy lamentable. Hemos visto en redes sociales, circula mucha información que muchas veces no es verdadera, pero hemos tenido los datos que en su mayoría son casos reales”.
“Hoy otra vez nos vestimos de luto, esta sociedad está en deuda con Dulce María Cifuentes Cruz con sus ilusiones, con sus sueños, que se han visto truncados, como los de muchas guatemaltecas en esta sociedad machista y misógina. Hasta cuándo y cómo van a reaccionar, cuántas mujeres tienen que morir para que las instituciones tomen las acciones”, dijo Claudia Lepe, presidenta del Colectivo de Mujeres de Quetzaltenango.
Las integrantes del colectivo también aseguraron que han realizado caminatas, plantones y han encendido velas, pero temen que sean “acciones al aire”, porque de nuevo una mujer fue víctima de la violencia.
“Que se refuerce la estrategia de seguridad del Ministerio de Gobernación a favor de la población vulnerable, en especial de las mujeres y que se reconozca que esté no es un problema de delincuencia común, esto es un problema de violencia contra las mujeres que afecta a Quetzaltenango y al país, cada día más mujeres mueren”, expresó Laura Mérida.
Agregó que durante el estado de Calamidad, para las mujeres fue aún más difícil denunciar las agresiones y actos de violencia que sufren. “Pedimos que se fortalezca la coordinación entre MP y policía porque no está funcionando, que exista un compromiso de no culpar a la víctima y se active inmediatamente la búsqueda de las mujeres, porque primero se culpabiliza a las desaparecidas sin activar el mecanismo o realizar la investigación”.