Aunque el día principal de la celebración es mañana, los fieles acudieron desde este domingo, en el lugar también se incrementa la visita de quetzaltecos por ser la feria de esa aldea.
“Hace 15 años que no venía, cuando era niña mi madre nos traía cada año pero ahora quise que mis hijos conocieran la tradición, vengo a pedirle al Cristo Negro porque es milagroso y siempre nos escucha, en 2017 murieron dos miembros de mi familia y quiero que él me quite la tristeza”, dijo Catarina Hernández.
Para ingresar a la iglesia los fieles formaron largas filas, en donde tuvieron que esperar varios minutos. Las festividades en honor a la imagen culminarán el próximo 28 de enero con una procesión.
Para algunos acudir a la aldea en enero es tradición familiar.
“Es un mes especial porque se lo dedicamos al Cristo Negro, el es muy bueno y cada año no hay mejor forma de empezar los 12 meses que viniendo en familia, todos en la casa sabemos que en enero debemos venir a la aldea y rezar en familia, hace más de 16 años él hizo un milagro en la familia y desde entonces le agradecemos”, expuso Lorena Granados, originaria de Huehuetenango.
Como parte de la feria patronal, en el lugar también se observan los juegos mecánicos, canicas, venta de artesanías y comida típica. Una de las participantes de esta tradición es Leslie Guadalupe Villagrán Leiva, Pequeña Flor del Pueblo de Quetzaltenango, quien junto a su familia vende roscas y manías.
“Es una de nuestras tradiciones como Quetzaltecos la feria de Chiquilajá, encontramos manías, elotes, dulces, muchas cosas nuestras, mi invitación es para que disfruten de la feria y también visiten al Cristo Negro,”, manifestó Villagrán.
