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Los jóvenes avisaron del hallazgo a dos agentes de la PNC que patrullaban la zona quienes se dirigieron al lugar y al revisar el inmueble encontraron un segundo cadáver de otra mujer en el primer nivel; la víctima también presentaba señales de violencia.
Un detective de la Policía contó que las víctimas fueron degolladas.
Vivía con sus padres
A sus 17 años, Andrea Saraí Salam, localizada sin vida dentro de la vivienda, era madre soltera, abandonó la casa de sus padres hace seis meses y su familia la buscaba, pero nunca denunciaron el caso.
La vivienda donde fueron localizados los cadáveres de las féminas era un escondite de un grupo de pandilleros que operan en el Centro Histórico, según vecinos del sector, la Policía desconocía de ese lugar debido a que nunca patrullan ese área.
El cadáver que no fue identificado “posiblemente fue devorado por perros de la calle”, detallaron investigadores del Ministerio Público, quienes también explicaron que “la víctima no tenía rostro (…)”.
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