La captura se efectuó en la aldea Las Palmas, Coatepeque, cuando el padre del menor se encontraba en una iglesia cristiana evangélica.
En entrevista, el presunto agresor dijo que en un momento de ira le ocasionó las quemaduras a su hijo de 9 años, quien se recupera en un hospital de Coatepeque.
“Estoy arrepentido”, dijo el sindicado, quien además afirmó que es religioso y estaba en la iglesia para pedir perdón por sus actos.
Confesó que él es el único responsable de lo sucedido y que, su cónyuge, Audelina López Bail, -madrastra del niño agredido- no tiene nada que ver con la agresión. “A ella no le hagan nada, yo soy el responsable”, enfatizó.
Méndez le quemó las manos al menor, porque supuestamente agarró Q50 para comprar alimento para él y su hermano de 10 años.
José Maldonado, auxiliar regional de la Procuraduría de Derechos Humanos, dijo que estarán indagando a fondo sobre este tema, y con la captura esperan que se haga justicia.
“Seguiremos este caso; además se buscará velar por los niños, uno con capacidades especiales y al que le quemaron las manos”, dijo.
Dijo que se tienen conocimiento que el capturado intentó llevarse al niño del hospital y que, un agente de la Policía Nacional Civil no actuó en auxilio del niño, por lo que personal médico y de enfermería evitaron que se lo llevara.
Decenas de vecinos de Coatepeque han llegado al hospital para brindarle apoyo al menor y darle víveres. El abuelo del niño, Medardo Méndez, dijo que espera que el niño se recupere de las quemaduras.
Antecedente
El 17 del mes en curso, un niño de 9 años residente en Coatepeque resultó con graves quemaduras en las manos, luego de haber sido víctima de un brutal castigo en su vivienda.
El menor fue trasladado al Hospital Regional de Coatepeque, en Quetzaltenango, donde médicos lo estabilizaron y determinaron que también tenía golpes en otras partes del cuerpo.
Medardo Méndez, abuelo de la víctima, dijo que el responsable del hecho fue su hijo, Evelio Neptalí Méndez Hernández, 30, a quien acusó de haberle causado las quemaduras al pequeño, como castigo por haber tomado Q50 sin permiso.