Sergio González, con residencia cercana a ese reclusorio, dijo que existe corrupción en los guardias de seguridad porque permiten el ingreso de armas de fuego, explosivos, objetos contundentes y hasta drogas.
“Ya hemos advertido a las autoridades penitenciarias en varias ocasiones que esta cárcel está muy cerca a nuestra población, y se necesita una reacción inmediata cuando haya un enfrentamiento”, dijo.
Leticia Rodríguez, quien vive en el cantón Llanos de Urbina, criticó que los reos sigan haciendo de las suyas dentro de esta prisión, y que es tiempo que las altas autoridades se preocupen de este problema.
“Estamos preocupados porque se supone que no debe haber armas dentro del penal, pero las hay. Lastimosamente tenemos que vivir cerca de este lugar”, comentó.
El vecino Ricardo Mejía señaló la carencia de control en ese sitio por parte de los guardias del Sistema Penitenciario (SP) y los señaló de ser partícipes de los incidentes.
El sociólogo Enrique Molina mencionó que la población de Cantel está doblemente atemorizada por las extorsiones y las riñas.
“Se terminó la guerra interna, pero nunca el mal social de la delincuencia a causa de la pobreza, la desigualdad, la falta de trabajo y atención del Estado. A pesar de condenas, los autores de hechos ilícitos siguen haciendo de las suyas, solamente que dentro en un círculo más cerrado”, refirió Molina.
Lea la nota completa en la edición impresa de Prensa Líbre o adquiérala aquí.