QUETZALTENANGO.- Según estadísticas de la Policía Nacional Civil (PNC), algunos índices de delincuencia se han reducido en la ciudad de Quetzaltenango, pero vecinos y representantes de distintas agrupaciones sociales ven con preocupación cómo la violencia se ha apoderado de calles y negocios en esa ciudad.
Datos de la PNC indican que el robo de vehículos se ha reducido de 306 entre enero y octubre del 2013, a 200 en el mismo período del 2014. Además, este año esa institución contabiliza 248 hechos ilícitos menos que los registrados el año pasado.
Sin embargo, el número de homicidios subió de seis a nueve en el municipio, mientras que las denuncias de robos a peatones y negocios también se incrementaron.
De rodillas
Alfredo Palmieri, representante de la Cámara de Comercio, señaló que no se debe confiar en las estadísticas de la PNC, pues hay que tener en cuenta que muchos no denuncian cuando son afectados por la delincuencia, pues no confían en esa institución.
Palmieri agregó que la ausencia de denuncias no debe servir como pretexto al Gobierno para no garantizar la tranquilidad, pues eso solo les sirve para respaldar su ineficiencia.
“Decir que no hay denuncias es una manera mediocre de trabajar. Incluso, nuestros propios asociados —de la Cámara de Comercio— prefieren presentar en la capital las denuncias de las extorsiones que sufren, porque no confían en las autoridades locales”, resaltó.
“Si no hay denuncias, no quiere decir que todo está bien. Aquí los grupos criminales están superando a la delegación policial”, afirmó Palmieri.
Estuardo Miranda, representante de la Asociación de Transportistas de Quetzaltenango (ATQ), comentó: “Gobernación dice que han bajado los índices; sin embargo, el sector transportista ha sufrido incremento de extorsiones y ataques este año”.
Pagan extorsión
El empresario refirió que la mayoría de afectados prefiere cancelar la cuota que les exigen, pues cuando denuncian solo se captura al cobrador, pero no desarticulan la estructura que cobra la extorsión, la cual designará a otro.
Juan José Hernández, presidente de la Mesa Económica de Quetzaltenango, comentó que las denuncias bajaron, pero la criminalidad se incrementó. Recordó que los comerciantes tienen que pagar seguridad privada, lo que aumenta los costos de operación y esto repercute en la población, pues el precio de los productos sube.
Hernández considera que el Gobierno debe promover la cultura de la denuncia, pero de la mano del fortalecimiento de la confianza en las autoridades.
Genaro Vásquez, usuario del transporte colectivo, refirió que el mayor problema que enfrentan a diario los usuarios de buses es evitar ser víctimas de bandas de carteristas, cuyos miembros se suben en las unidades y aprovechan las aglomeraciones para robar billeteras, teléfonos celulares, entre otros objetos de valor.
Relató que operan más en los autobuses que cubren servicio de la zona 2 a la terminal Minerva, zona 3.
Según la vecina Sandra Juárez, la esquina del parque Benito Juárez —15 avenida y 4a. calle de la zona 3— es uno de los sitios más peligrosos para los pobladores.