El síndico Diego Morales señaló que es preocupante que en varios puntos de la ciudad haya conexiones ilegales efectuadas por vendedores informales, sin que se les ponga un alto.
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Puso como ejemplo que en las afueras del mercado La Democracia, zona 3, funcionan unas 15 ventas informales que están conectadas a un solo poste de energía eléctrica.
Señaló que en varias ocasiones ha solicitado una auditoría en el departamento de usuarios nuevos de la EEMQ, para determinar quién lleva los controles de la gente que paga el servicio llamado luz de fiesta; sin embargo, no ha tenido repuesta, por lo que presentó una denuncia en el Ministerio Público (MP) contra vendedores que se conectaron el domingo último, y pidió que se investigue al personal de la empresa.
Pérdidas
“En Xela hay flagrante robo de energía y nadie hace nada. Un informe que presentó la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE) señala que solo el robo de energía en Xela representa el 35 por ciento de pérdida, lo que equivaldría a entre Q15 y Q20 millones anuales, incluyendo lo que hacen los vendedores informales”, dijo Morales.
Cuando hay eventos grandes en áreas públicas de Xela, sobre todo los del fin de año, se intensifica el robo de energía eléctrica, añadió.
Morales señaló que tanto de día como de noche se hacen conexiones ilegales en las zonas 1, 2, 3 y 9 para ventas de comida en carretas, discos piratas o licuados. Algunos puestos usan microondas para preparar poporopos y utilizan reflectores de 500 wats, entre otros aparatos eléctricos.
Jorge García, presidente de la Cámara de Comercio en Quetzaltenango, dijo que el robo de energía eléctrica es una muestra más de que la economía informal le hace daño a la ciudadanía y al erario municipal, por lo que exigió que se normalice ese tipo de comercios, ya que no es conveniente que solo el sector formal asuma la responsabilidad de pagar impuestos, arbitrios y la energía que consume.
“Hemos denunciado siempre el tema. La Municipalidad y la EEMQ deben crear un medio coercitivo para que se termine el robo”, señaló.
Ricardo Velásquez, vecino de Xela, exigió a las autoridades de la EEMQ tomar acciones, ya que el robo de energía ha ocurrido durante años y nadie ha hace algo para resolverlo.
“Cuando hay festividades, los vendedores informales se instalan en el parque central y hacen conexiones ilegales. Lo curioso es que siempre son los mismos y nadie hace nada. Hay que crear un registro de los vendedores y que paguen, porque ellos ganan bien”, señaló.
Cultura de robo
Mario Mendoza, director financiero de la EEMQ, reconoció que hay cultura de robo de energía eléctrica, no solo por vendedores informales, sino también por particulares. Explicó que la estimación del robo de energía por parte de vendedores informales es de Q20 mil mensuales —Q240 mil al año—, lo que considera una cantidad elevada y uno de los problemas para controlarlo es la falta de personal.