Amílcar Palacios, coordinador del proyecto, explicó que el objetivo es que la población joven se involucre y contribuya en la disminución de riesgos durante emergencias, para que ayuden en su comunidad a la minimizar amenazas y vulnerabilidad.
Añadió que se encuentran organizados para activarse como grupo en un momento necesario en caso de registrarse algún desastre.
Se capacitaron sobre primeros auxilios, rescate con cuerda y acuático, entre otras actividades.
Palacios relató que con los voluntarios también llevan a cabo campañas de reforestación, limpieza y concursos de dibujo relacionado con el cuidado del ambiente.
Los voluntarios serán certificados por la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres el próximo mes, con el que concluye el programa con posibilidades de continuar con una segunda promoción.
El voluntario Carlos González comentó que este tipo de agrupaciones ayudan al crecimiento integral de los jóvenes, quienes tienen la oportunidad de contribuir en sus propias comunidades.
González resaltó que ha sido un aprendizaje importante el que recibió y que de ser necesario, él y sus compañeros aplicarán estos conocimientos en momentos en que sea necesario.