Un empresario del transporte que habló con la condición de no revelar su nombre por temor a represalias, dijo que ya pagaban una cuota semanal por extorsión a dos grupos delictivos que operan desde la capital. Adicional a ello surgió un nuevo grupo el cual está pidiendo 4 mil quetzales por bus.
Los pilotos dicen estar cansados de vivir en la incertidumbre puesto que cada día salen de casa a trabajar sin saber si volverán.
“Cada semana sale un nuevo grupo extorsionando, además de pandilleros que suben a las unidades disfrazados de vendedores de golosinas que bajo amenazas le piden dinero a los pasajeros”, expuso otro piloto que también pidió el anonimato.
La mañana del miércoles último, se registró un ataque armado contra un autobús que se dirigía de la capital a Quiché, en el cual murió el piloto y ayudante.
Luego, en la noche, delincuentes tomaron por asalto otro autobús y le causaron la muerte a una persona y dejaron tres heridos.
Los transportistas afirman que en Chimaltenango y la capital es el área que mayor temor tienen para circular, al llegar a Quiché, aseguran, la situación es distinta.
Un usuario del transporte extraurbano dijo: “Respiro profundo cuando la camioneta pasa Chimaltenango, porque el resto de la ruta es segura. Aquí en Quiché si agarramos un marero lo quemamos pero en Chimaltenango y la ciudad capital ellos operan sin ningún problema”, manifestó un usuario.