“Tengo una pequeña tienda con la cual contribuyo con mi comunidad, y me ayuda a sacar adelante a mi familia, y con el proyecto viviremos de mejor manera, porque en los albergues estábamos en condiciones infrahumanas”, dijo Hernández.
Los beneficiados dijeron que la tormenta Stan incrementó el caudal del río que pasa cerca de su comunidad, socavó el terreno y arrastró todo a su paso: la escuela, el juzgado de paz y decenas de casas.
Después de la devastación, todas las familias fueron trasladadas a un albergue en Las Delicias, donde vivieron por seis años.
Unas 40 familias quedaron fuera del proyecto, porque regresaron a vivir a su aldea, a pesar del peligro.
Manolo García, delegado de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), dijo que la nueva localidad fue asentada en un área más segura para garantizar la integridad de los pobladores.