Nacho, como lo conocían sus amigos, era ayudante de transporte de carga internacional y hace dos años llegó a Tecún Umán, San Marcos, Guatemala para escapar de las amenazas de pandilleros.
El mes pasado, Marroquín sufrió un ataque armado, pero no tuvo heridas graves, por lo que tomó la decisión de abandonar su vivienda y trasladarse a la ciudad fronteriza junto a su familia.
Amigos del fallecido, que prefirieron no identificarse, lo describieron como una persona bromista, trabajadora, buen padre y que siempre buscó lo mejor para sus hijos.
“Conocí al hijo mayor, era un niño muy inteligente y aplicado en la escuela. El otro niño lo vi pequeño, pero no sé nada de él”, relató desde El Salvador uno de los amigos, contactados por Prensa Libre
Familiares de los fallecidos han solicitado ayuda económica para poder repatriarlos, ya que afirman que no tienen los suficientes recursos para hacerlo.
Accidente
Los tres salvadoreños murieron la mañana de este domingo al colisionar el picop en el que viajaban contra un autobús en el kilómetro 242.5, jurisdicción de Pajapita, San Marcos.
Las víctimas mortales son ocho, cuatro fallecieron en el lugar del accidente y otras cuatro en el Hospital Regional de Coatepeque, Quetzaltenango.
Fueron identificados como José Ignacio Marroquin, de 33 años; Cristhoper Adelso Marroquin, 14; Guillermo Marroquín, 11, y Berta Luz Argueta Mérida, 65,
En el hospital murieron Indalecia Reyes Argueta, 40; Lisandro Herrera Reyes,7; Guadalupe Eunice Reyes,13; y Javier Herrera, 5.
El ayudante del bus, César Adán Ramírez Escobar, 28, resultó herido y fue trasladado al hospital del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social de Coatepeque.
Lidia Velásquez, madre de los menores fallecidos, viajó a Guatemala para repatriar los cuerpos a San Salvador, donde serán sepultados.
“Es lamentable lo que sucedió, todo por huir de las pandillas se encontró la muerte en otro país. Es triste pensar que las vidas de los jóvenes quedaron truncadas”, escribieron conocidos de los fallecidos.
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Temor
Marroquín evitó convertirse en una estadística más de los grupos de pandillas que a diario cobran al 20 menos víctimas, según la Policía de ese país, pero la madrugada de este domingo, el picop en el que viajaba impactó de frente contra un autobús.
“Las autoridades de nuestro país hacen caso omiso, al grito desesperado de la sociedad, que sufre los ataques de las pandillas, que roban la tranquilidad de las familias”, comentan en redes sociales sobre este flagelo.
En los últimos meses, muchas familias han tomado la decisión de emigrar a países vecinos, porque no encuentran apoyo en autoridades salvadoreñas.
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“Es triste no poder caminar con tranquilidad donde uno vive, sin estar al pendiente que alguien se te pueda acercar para hacerte algo malo”, detallan las víctimas.
Según cifras de la policía salvadoreña, en los primeros cinco meses de este año se han registrado 2.72 muertes violentas, por encima de los 2.188 asesinatos en el mismo período de 2015.
El Salvador registra al menos 70 mil miembros de pandillas, de los cuales unos 13 mil están encarcelados.
