El viacrucis llegó a la ciudad, enfiló por calles y avenidas rumbo al Río Suchiate, donde se ubica el monumento al migrante, representado por una cruz que se adorna durante la conmemoración y la cual es llevada en hombros por hombres y mujeres.
“De esta forma es como la iglesia se acerca a quienes sufren, como lo hizo Jesucristo y que en este caso es la numerosa población migrante que sale de nuestros países en la búsqueda de mejores horizontes”, indicó el obispo de la diócesis de San Marcos, Monseñor Carlos Enrique Trinidad Gómez.
Durante la actividad, los organizadores dieron a conocer varias demandas en favor de los migrantes, tales como la creación, promoción y ejecución de políticas migratorias de Estado.
Exigieron también unificar esfuerzos para garantizar y respetar los derechos humanos de los migrantes durante su paso por diferentes países, así como reformar la Ley de Migración, Decreto No. 95-98 que consideran obsoleta.
En el viacrucis participó por segunda ocasión el cónsul de México en Tecún Umán, Roberto Canseco Martínez, quien aseguró que las autoridades mexicanas respetan los derechos humanos de los migrantes.