Manifestó que ante la falta de infraestructura idónea para prestar los servicios, ocuparon el edificio en el 2015, pero ahora analizan suspender la atención, porque no han encontrado alguna vivienda que reúna las características para atender a los más de 300 pacientes diario.
“Analizamos suspender el servicio porque nuestro coordinador nos ha informado que no encuentra una casa con los ambientes necesarios para trasladarnos. También hemos analizado continuar en este edificio, pero el riesgo incrementa cada día porque los sismos son más frecuentes”, comentó un trabajador del centro asistencial.
Según las autoridades, el edificio registra agrietamientos en algunas paredes, inclinación del muro perimetral, hundimiento en el piso y filtración de agua en el techo.
“En el primer nivel observamos una serie de hundimientos que afectan el área de planificación familiar. Las paredes tienen grietas, debido a los dos últimos sismos que se han registrado; además, se observa una grieta en la parte de afuera y una pérdida de la verticalidad del muro”, explicó el coordinador.
Peligro
El personal del centro de Salud aseguró que de registrarse algún sismo fuerte, temen quedar soterrados por falta de acciones puntuales de las autoridades de Salud, pues aseguran, que después del terremoto del 2014 se priorizaron Q3.7 millones para reconstruir el edificio, pero desconocen por qué no se ejecutaron los fondos.
Manifestaron que han presentado las denuncias ante Contraloría General de Cuentas y Procuraduría de los Derechos Humanos para que se investigue la ejecución de los fondos, porque se priorizaron los centros de Salud de Malacatán y San Pablo, cuando fue el de la cabecera departamental el más afectado.
“Nosotros no tenemos ningún conocimiento de que fue lo que sucedió, porque las autoridades anteriores jamás nos brindaron ninguna explicación, de hecho en el portal del ministerio aparece ya un contrato que se hizo en su debida oportunidad por aproximadamente Q3 millones, pero no sabemos por qué ya no se ejecutó la obra”, explicó Rodríguez.
Trabajadores del centro de Salud han respaldado cualquier decisión del coordinador, siempre y cuando se priorice la integridad física de los pacientes y de los más de cien empleados que laboran a pesar del riesgo.
“Nosotros respaldamos cualquier decisión del director, porque comprendemos que no es responsabilidad de él que estemos en riesgo latente. Esperamos que en el transcurso de la semana encontremos una casa para trasladarnos. Exigimos que se nos aclare qué se hizo el presupuesto que estaba destinado para reconstruir nuestro edificio”, comentó Marco Tulio Florián, encargado del departamento de saneamiento ambiental.
Marina Barrios, usuaria del centro de Salud, dijo: “No nos han dicho que este edificio está dañado y por la necesidad es que traemos a nuestros hijos. A donde se trasladen tenemos que seguirlos”.
Autoridades del centro asistencial descartaron la suspensión del servicio y aseguran que harán simulacros para tener una respuesta inmediata al momento de un sismo, ya que los más fuertes han sido en la noche.