En las últimas horas se han escuchado disparos efectuados por los inconformes de ambas poblaciones, aunque los cuerpos de socorro no han constatado si hay personas heridas, debido a que no se les ha permitido ingresar.
Algunos agentes de la PNC que se encuentran en esa región aprestos a las órdenes que se les pueda dar, indican que los vecinos aprovechan el área boscosa para esconderse y efectuarles disparos y el personal carece
de chalecos antibalas.
Edgar Soc, comisario de la Policía Nacional Civil, se limitó a indicar que están pendientes de instrucciones superiores para intervenir en el área, pues debe quedar firme el decreto gubernativo para poder accionar.
“Nosotros estuvimos destacados ayer en el área de enfrentamiento donde en horas de la tarde se agravó el conflicto. Todos corremos riesgo, los pobladores disparan por doquier y nosotros no tenemos chalecos antibalas”.
Edgar Soc, comisario de la Policía Nacional Civil, se limitó a indicar que están pendientes de instrucciones superiores para intervenir en el área, pues debe quedar firme el decreto gubernativo para poder accionar.
Mientras tanto un grupo de soldados permanecen en el destacamento militar de Ixchiguàn, y otro permanece en aldea Villa Real de Tajumulco, sin que hasta el momento se haya recuperado la gobernabilidad.
Los disparos que se presumen se realizan con armas de grueso calibre provienen de la parte alta de la zona aún no delimitada, que incluye el sector llamado el terraplén. Por lo riesgoso que es hacer verificaciones no se ha podido constatar la supuesta construcción de bunkers como aparato de defensa de los tiradores.
La mayoría de pobladores de comunidades cercanas como aldea San Sebastián, Llano de la Guardia y el Rodeo, San Marcos, prefieren no hablar por temor a represalias, algunos con timidez indican que es urgente que se retome el control para evitar que una bala perdida impacte en alguna persona.
El panorama en esta comunidad luce desolador ya que tiendas, una gasolinera y hasta las viviendas fueron cerradas y abandonadas por temor a ser blanco de los ataques.
Las fuerzas de seguridad recomiendan abstenerse de viajar al área ya que las detonaciones de arma de fuego son incesantes y los tiradores aprovechan la montaña y las partes altas de las comunidades para disparar, lo que también representa peligro para los uniformados porque quedan en medio del ataque.
Un agente de la Policía Nacional Civil quien por no estar autorizado a dar declaraciones prefirió el anonimato, aseguró que permanecieron expuestos a los disparos sin contar con chalecos antibalas. “Nosotros estuvimos destacados ayer en el área de enfrentamiento donde en horas de la tarde se agravó el conflicto. Todos corremos riesgo, los pobladores disparan por doquier y nosotros no tenemos chalecos antibalas”, explicó.
Aprobación difícil
El Congreso deberá conocer el acuerdo en los próximos tres días, el cual entró en vigencia ayer jueves.
El presidente del Congreso, Óscar Chinchilla, aseguró que aún no han sido notificados de la declaratoria del estado de Sitio, pero tampoco considera que vaya a convocar durante el fin de semana a los diputados para ratificarlo.
Según el congresista, si convoca durante el fin de semana, los diputados no llegarán porque muchos ya tienen compromisos asumidos con sus bases.
“La ley otorga tres días para convocar, pero habla de días hábiles. De todos modos, si convoco para el fin de semana los diputados no van a venir y no servirá de nada”, aseguró.
Hasta el momento el Congreso no tiene planificada ninguna sesión extraordinaria, debido a que a partir del 15 de mayo se inicia el receso parlamentario.
Se agotó el diálogo
Francisco Rivas, ministro de Gobernación, dijo que tomaron la medida luego de más de un año de mantener el dialogo con las comunidades involucradas en el conflicto, en el que han resultado heridos pobladores e integrantes de las fuerzas de seguridad.
Rivas dijo que es necesario tomar el control del territorio para garantizar los derechos de los pobladores de esas comunidades, donde incluso han resultado afectados niños al no poder asistir a sus centros educativos.
La disputa territorial se originó en 1933 —hace 83 años—, con la creación del municipio de Ixchiguán. Desde entonces se registran usurpaciones de tierra y de nacimientos de agua.
Aunque es un secreto a voces, Ixchiguán y Tajumulco no solo tienen una pugna limítrofe, también mantienen una lucha territorial por el narcotráfico, según fuentes fidedignas, quienes pidieron no ser nombradas.