Sin embargo, previo a que se retiraran los inconformes les quitaron a los policías una tablilla de plástico con las papeletas donde estaban apuntados los vehículos inspeccionados, entonces una persona golpeó a Pérez Ixctamer en la cabeza con un palo.
Otros agentes aseguraron que la turba gritaba que estaban inconformes con el decomiso que se realizó el domingo pasado cuando dos personas se conducían en un camión que transportaba 390 mil ramillas de pinabete valoradas en más de Q2 millones.
Pese al incidente, autoridades del Concejo Nacional de Áreas Protegidas, señalaron que continuarán con los operativos en los bosques naturales y principales carreteas del departamento porque tienen el mandato de evitar la tala y comercialización ilícita de la especie en peligro de extinción.
Con su intenso aroma y su forma cónica, el pinabete es el árbol perfecto para celebrar la Navidad; sin embargo, esos atributos también lo ponen en peligro de extinción, pues es codiciado por traficantes.
El pinabete es una especie única en el mundo que se encuentra en los fríos bosques de las áreas más altas de Chimaltenango, Sololá, Totonicapán, Quetzaltenango, San Marcos y Huehuetenango, pero que su ciclo de floración se ve interrumpido cada año, cuando traficantes cortan sus ramillas y hacen cualquier cosa por comercializarlos de manera ilegal a los mercados del país.
Esas acciones han puesto al pinabete al borde de la extinción, pues solo el año pasado fueron decomisadas más de 600 mil ramillas, valoradas en Q3.4 millones. La preocupación de las autoridades es que con ese tipo de cortes disminuyen las probabilidades de reproducción de forma natural.