La construcción fue financiada de manera tripartita por el Consejo Departamental de Desarrollo (Codede), la Municipalidad y la comunidad.
A través de redes sociales, los pobladores critican los gastos y molestias que la comuna ocasiona. Además, el que la Municipalidad, pese a la mala obra que hizo la empresa Ochoa López en el 2012, este año le adjudicó tres proyectos más.
El vecino Rocael Morales expresó que es preocupante el mal manejo del dinero por parte de la comuna.
Otra vecina indicó que es molesto que las autoridades no les informen a los ciudadanos sobre cómo se gasta el dinero del pueblo. “Tenemos derecho a ser informados, y no es justo que nos amenacen por preguntar sobre los problemas que afectan al municipio”, dijo.
Efraín Santos, empleado municipal, indicó que la gente está molesta porque se hicieron de nuevo los trabajos, pero lo que sucedió es que la constructora no compactó bien la tierra y por ello se hundió parte del pavimento.
Error
El alcalde Ramírez manifestó que siempre se buscan constructoras que lleven a cabo el trabajo de la mejor forma, pero esta se equivocó, por lo que se le exigió que enmendara el daño.
Agregó que la pavimentación quedó mal debido a una fuga de aguas servidas, luego de que se quebró un tubo de PVC.
Al preguntarle por qué se le adjudicó tres obras más a una empresa que había hecho un mal trabajo, indicó que esta ha hecho buenas construcciones con anterioridad.
“Uno no nace sabiendo todo y por eso es aceptable que la constructora cometa errores, por ello exigí que este fuera reparado”, expuso Ramírez.
Los nuevos proyectos son la ampliación del sistema de alcantarillado del barrio El Avispero y la pavimentación de dos calles en la aldea Amberes.
El funcionario culpó a sus opositores políticos de ser quienes hacen denuncias contra su administración, debido a que están inconformes por haber perdido las elecciones.
José David Portillos, jefe de Proyectos de la comuna, explicó que esta no paga la repavimentación, pues se recurrió a una fianza de cumplimiento establecida en el contrato, que obliga a la constructora a entregar la obra a satisfacción del comprador.
