En el país también funciona el Seminario Mayor Nuestra Señora del Camino, en Sololá, y el Colegio y Seminario Trinidad de Nuestra Señora de la Asunción, este último se encarga de formar presbíteros misioneros.
El Seminario Mayor Nacional de la Asunción trabaja este año con 292 seminaristas, 58 se encuentran en la etapa inicial de formación de un año —propedéutico—; 135 en la etapa de Filosofía, 3 años; y en la última fase, 99, la de Teología, 4 años.
Javier Burgos, estudiante del último año de Teología, cambió el rumbo de su vida al momento en que decidió ingresar al seminario. “Algo hacía falta en mi vida. Quiero ser instrumento de Dios”, dijo. “No me preparo para una profesión, sino para un servicio de donación total de nuestro ser para con Dios”, agregó.
Burgos trabajaba en un banco y era estudiante universitario, pero decidió renunciar a todo para cooperar con Dios en la construcción de su Reino, que implica compartir la verdad, justicia, paz, equidad y solidaridad.
El primer seminario de Guatemala se fundó en 1597 en Antigua Guatemala, Sacatepéquez. En 1972 fue inaugurado con el nombre actual y se encuentra en el kilómetro 15 de la calzada Roosevelt, en la zona 7 de Mixco.
Carlos Guillermo Martínez Pinelo, rector del Seminario, informó que en tiempos actuales la formación de presbíteros es difícil, pues se debe orientar a conservar la vocación en medio del consumismo y de lo bueno y lo malo que da la tecnología.
“Debemos saber evangelizar a los jóvenes y niños en un mundo tan hedonista, ese es el gran reto. Hoy es más difícil perseverar en esta vocación y eso requiere de la oración y apoyo de todos”, explicó.
Añadió que el Seminario busca que la formación sea lo más “aterrizada” posible a la realidad, basada en que se vive en un sociedad en la que sobresale la pobreza y la marginación. Resaltó que se inculca el respeto a quienes no comparten la misma fe.