Adolescente vence limitaciones y es ejemplo de superación

El joven cuenta que  se siente   entusiasmado con sus estudios, y sueña con ingresar en  la universidad,  para conseguir su título de administrador de empresas.

Dice que si le dan la oportunidad, tiene intenciones de hacer otros estudios para ser útil a la sociedad y   ayudar a las personas con  el mismo padecimiento, y así demostrar que la imposibilidad de usar las extremidades   no es motivo para que alguien se quede abandonado a su suerte.

Irma Adela Yoxón,  34, madre  de Nery, dijo que se siente orgullosa de su hijo, porque es un ejemplo de que no hay nada imposible, y  que junto a su esposo lo han tomado como una bendición para su hogar.

Yoxón comentó que cuando nació no se dieron cuenta del padecimiento, sino hasta pasados algunos meses, pues notaron que no se desarrollaba igual que otros niños.

No tiene cura

A partir de entonces buscaron ayuda y recorrieron varias instituciones como Fundabiem, los hospitales Jorge Vonhan y   San Juan de Dios y la Asociación de Padres y Amigos de Personas con Discapacidad de Santiago Atitlán, pero en todas partes les dijeron que esta enfermedad no tiene remedio.

Pese a todo, Tay Yoxón aprendió a leer y escribir a los 8 años, con la ayuda de familiares, y a los 10 ingresó en  la escuela primaria. No descansó ni se rindió. Continuó el ciclo básico, y ahora está en tercer año.

Utiliza la boca para escribir con bolígrafo o lápiz y la computadora, en la que hace sus tareas y navega por internet, para lo cual coordina el labio inferior y la lengua.

Nery Alexánder es el mayor de cuatro hermanos, le siguen Jéssica Martina, 15; Ánderson Amílcar, 13, y  José Antonio, 11.

Sus vecinos y sus compañeros de estudio le han tomado un afecto especial, y lo incluyen en las actividades que organizan.   Nery es el encargado del sonido en los eventos que se llevan a cabo en el establecimiento. El joven relata que le gusta ser el DJ de las fiestas.