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Con ecosonda buscan a víctimas del naufragio en el Lago de Atitlán

Las condiciones climáticas en el Lago de Atitlán, Sololá, no han mejorado desde el miércoles último, cuando una lancha con 17 personas naufragó, por lo que las tareas de búsqueda para dar con los cinco desaparecidos se han complicado, informaron autoridades locales.

Edwin Pitán

15 de noviembre de 2018

18:45h

La lancha siniestrada fue remolcada este jueves a la playa pública de Panajachel, Sololá. (Foto Prensa Libre: Juan Diego González)

En algunos sectores, la profundidad del Lago puede alcanzar los 300 metros, una distancia difícil de llegar sin el equipo necesario, aseguran los socorristas que integran los equipos de rescate; sin embargo, el gobernador de Sololá, Rodolfo Salazar, dijo que cuentan con una ecosonda, un instrumento que les permitirá identificar cuerpos u objetos en las partes más profundas del manto acuífero.

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Salazar lamentó lo ocurrido y dijo que un puesto de mando fue instalado en la Capitanía Lacustre. Dijo que confía en que la ecosonda de datos que faciliten el trabajo de los Hombres Rana de la 33 compañía de los Bomberos Voluntarios de Panajachel que hacen el rastreo.
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Además, Salazar comentó que, debido al fuerte viento, este día la búsqueda fue suspendida en dos ocasiones, pues representaba un riesgo para los socorristas.

“Salió una lancha con tecnología que nos permitirá ver en las profundidades del Lago si tenemos algún cuerpo o algún objeto que nos pueda señalar un área donde los Hombres Rana nos puedan apoyar en las tareas de búsqueda y rescate”, dijo el funcionario.

Agregó que se solidariza con las familias y que no se detendrán hasta dar con las personas desaparecidas.

Cristian Rodríguez, delegado departamental de la Conred, señaló que monitorean las condiciones climáticas para coordinar y facilitar la búsqueda de los desaparecidos. Agregó que donde ocurrió la tragedia ocurre un encuentro de viento de cuatro sectores, por lo que se forman las turbulencias, lo que los hace extremar las medidas de prevención.
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Rodríguez dijo que este miércoles se suspendieron las actividades lacustres en el Lago para evitar más tragedias. “Se debe construir la cultura de desastres, por lo que recomiendo utilizar en todo momento los chalecos salvavidas”, afirmó Rodríguez.

Rutilia Meletz, pariente de una de las personas desaparecidas, dijo que está dispuesta a esperar el tiempo que sea necesario hasta tener información de sus familiares. “Esperamos que nuestra pariente aparezca y que el dueño de la lancha se haga responsable del incidente”, dijo Meletz.

Agregó que algunos de los sobrevivientes contaron que en la embarcación no había suficientes chalecos salvavidas, lo que califica como una irresponsabilidad de parte de los propietarios. “Nadie dice que se use el chaleco, en realidad no hay seguridad”, comentó Meletz.
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Juan Santos, lanchero del lugar, explicó que la embarcación siniestrada mide 26 pies y tenía capacidad para 20 personas. “La que naufragó es de línea pública, en ella la gente paga una tarifa barata y por eso deben subir bastante gente para cubrir los gastos del viaje, que son unos Q75 a Q100 por cruce”, señaló Santos.