Los féretros con los restos de las víctimas fueron llevados de la escuela oficial del pueblo, donde fueron velados, hacia el cementerio general en medio de una multitud, pues en el cortejo participaron, familiares, amigos y vecinos de municipios cercanos.
En imágenes compartidas por la municipalidad local se observó a decenas de personas que asistieron al funeral, incluso, algunos incluso sin mascarilla para prevenir contagios de coronavirus.
Antes de que los cuerpos fueran llevados al cementerio, en la escuela se escucharon palabras de aliento para la familia así como algunas de las melodías que les gustaban a los fallecidos.
Muchos de vecinos del lugar aún no dan crédito a lo sucedido, pero se resignan porque saben que tienen la tarea de reconstrucción y de minimizar los peligros en la zona del desastre.
Las cuatro personas murieron como consecuencia del desprendimiento de una piedra de por lo menos 18 metros cúbicos que impactó en varias casas del barrio número uno de San Marcos La Laguna, Sololá.